obsesion
Como siempre yo era el primero en despertarme durante las mañanas, encendía la cafetera, luego el reproductor y colocaba el álbum de su banda favorita; pero aquella mañana no fue así, aldespertar ella ya no estaba, su silueta aún se dibujaba sobre la cama, partículas de su aroma aun volaban levemente dentro de la habitación, el baño la delataba indicando que quizá habría tomada unpequeña ducha, y sus huellas empapadas llegaban hasta el armario señalando que ella se habría cambiado de ropa. Entonces supuse lo peor, me sentí abandonado, indefenso, enloquecí; lo único que se meocurrió fue prender la televisión y pasar canal por canal sin intención de ver nada, los primeros rayos de sol ya penetraban en el asfalto, lo que hacía que aumentara la temperatura y me sofocara cada vezmás; ella quizá tenía razón, siempre me decía que yo no era capaz de vivir sin ella, y era cierto ya que entonces no tuve la valentía de ir a buscarla.
Al inspeccionar el cuarto note que ella habíadejado su bolso, aún estaban sus documentos; entonces no podría haber ido lejos, corrí las persianas para lograr una mejor vista, pero en la calle solo se veían los vehículos vecinos estacionados portoda la cuadra, eran casi las 7am; y hacía ya una hora que ella había desaparecido. Cuando por fin decidí salir del cuarto y buscarla por todo el apartamento, todo estaba en orden, Simona, nuestragata tenía puesta el agua y su alimento, las plantas ya estaban regadas y el desayuno se enfriaba. Todo se me torno muy extraño ella jamás madrugaba, me senté en la mesa y ella había preparado lastortillas de huevo que tanto me encantan; el café estaba en su punto, casi amargo, tal como yo lo preparo, y estaba impreso el artículo de revista que semanalmente leo en la red. A pesar que lo que mehabían preparado era totalmente de mi agrado no pude disfrutar aquel desayuno, su compañía me hacía falta. Con total desconcierto fui a la sala, encendí un cigarrillo para conservar las esperanzas....
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