Oda A Mi Casa

ODA A MI CASA EN BARRA

Llegamos a ti en el 82, recuerdo,
rotas tus ventanas, oxidados tus pisos,
sin lugar para que allí viviese ningún cuerdo
con un corazón y cuerpo muertos, casi extintos.Yo tenía 7 años, 8 acaso; un infante lleno de miedos y fugas,
y mis padres eran muy jóvenes aún, laboratoristas de la vida familiar.
juntos reparamos ventanas, fregamos paredes insulsas
para quelas inmundicias pasadas ya no te pudieran lastimar.

Poco a poco la vida regresó a ti.
Te regalamos mucho de nosotros mismos: cuerpo y alma;
te curaste y creciste, tal cual niño de la calle enhospicio propicio;
nos cobijaste a todos con un manto materno, afectivo y sencillo.

Eras mi casa en Barra;
aquella que te figurábamos casi eterna, etérea,
donde dejé mi niñez impregnada en lasparedes
y mi inocencia esculpida en los espejos de mentirosa materia.

Muchos recuerdos he guardado de ti a lo largo del estruendoso tiempo:
caricias, peleas, silencios rotos por tu canto sirénico;esperanzas y sueños alcanzados por los tiempos modernos.
Un fuego que casi logra fracturar tu estructura e incendiar todo a su paso (incluyendo a sus mortales moradores),
y hasta un baile sísmico defunestas consecuencias
que logró unir algo que a muchos sorprendió, ¡y hasta en tv salió!
Todo ello pudiste enfrentarlo e indemne resultaste
ante los rasguños del aire ecuánime, que todo lo raspa.Más de tres décadas habitamos tus cuartos solitarios,
pero conectados a ti por un simbólico cordón umbilical
que nos recordaba de dónde veníamos y hacia dónde dirigirnos,
más todo ello falleciópor una decisión empresarial,
y ni tiempo tuvimos de enfrascarnos en inútiles inventarios.

Eras mi casa en Barra, aquella muerta estampa de álbum familiar,
dime dónde puedo hallarte de nuevo enla memoria ingrata;
dime en qué aviso oportuno te subastan para pagar tu valor con miles de momentos vitales de la infancia.

Ahora ya puedo despedirme de ti,
pensaba que nunca dejaríamos que...