Odio (Cop Hater, 1956) Ed Mcbain

Odio: Cubierta Ed McBain




ODIO
(Cop Hater, 1956)


Ed McBain



Presentaci4
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Presentaci


Despude prologar ya tres libros de Ed McBain (Pasma y Ojo con el Sordo,publicados en la colecciLibro Amigo; y Veneno, n4 de esta Cosecha Roja) y de haber dejado bien clara mi admiraci, como lector y como profesional del g, por este fecundo y popular autor, quisiera hacer hoy una breve reflexiacerca de la influencia de los personajes sobre sus autores.
Es frecuente que un escritor afirme que el momento memocionante del proceso de escritura de una novela es aquenque los personajes parecen haber cobrado vida propia y rebelarse contra su autor. Yo mismo he dicho eso, y lo he experimentado, en numerosas ocasiones. Siempre elaboro minuciosamente el esquema bde mis novelas antes de empezar a redactarlas y, por tanto, a priori sexactamente lo que hary lo que dirmis personajes en los sucesivos capdel libro. Lo normal, sin embargo, es que, en un momento dado,una de mis criaturas se rebele.
–-;Ahora es cuando entra Enrique y dice a Paula que quiere volver con ella, que deberprobarlo de nuevo yo. Y ya me dispongo a escribirlo cuando Enrique protesta:
–-;¿Yo volver con esa imb? ¿Despude lo que me dijo en el capsegundo? ¡!Ni en broma! ¡!Si vuelvo a verla, le rompo la cara!
Entonces se puede actuar de tres maneras. Una serlaimposicitirdel creador sobre la criatura («). Naturalmente, opino que es el sistema idpara crear personajes sin alma ni decisipropia, monigotes inconsistentes y, por tanto, sin ningpoder de conviccini de seducci.
Otra actitud que puede adoptar el escritor ante el conflicto es la de volver atr, al capsegundo, y modificar lo que decla imbde Paula, preparando de antemano la situacique seguir. En mde unaocasi(cuando la rebelddel protagonista me exigprescribir una novela distinta a la que me habpropuesto), he recurrido a esta diplomsoluci. Mi opcipreferida, no obstante, es la de aceptar el desaf, dar rienda suelta a la rebelide mis personajes y componyo, cambiando lo que sea en los capsiguientes (pero no en los anteriores), para terminar escribiendo la historia que quiero. Porque, llegado ese momentom, hay que reconocer en los protagonistas de la historia una personalidad y una fuerza que no se debe nunca despreciar ni devaluar.
En el caso de Salvatore Lombino, autor de la presente novela, queda clara la poderosa influencia de los personajes sobre su creador. Antes de , habpublicado ya otras novelas con el seudde Evan Hunter (Don’'t Crowd me, en 1953; o The Black-bard Jungle, su primernotable best-seller, en 1954), o como Hunt Collins (Cut Me In, 1954).
En 1956 publica esta novela (cuyo t, Cop Hater, «, aqutraducido por Odio) y, de inmediato, en el mismo a, otras dos de los mismos personajes y firmadas con el mismo seud (The Mugger y The Pusher). En ellas, no crea un protagonista, sino un equipo, el grupo de policque trabajan en la comisardel Distrito 87 (Steve Carella,Cotton Hawes, Meyer Meyer, Bert Kling, etc.) todos con su carpropio, sus man, sus problemas personales, sus tics, sus limitaciones, sus desgracias. Y no srecrea el ambiente de esa comisary del barrio donde lucha contra el delito, sino que se inventa toda una ciudad, una ciudad perfectamente identificable con Nueva York pero que, al no ser Nueva York, al denominarse sus barrios de forma particular, seconvierte en un superpersonaje m, en una ciudad ideal, en un microcosmos innominado, representante de todas las ciudades de Estados Unidos, homenaje a uno de los elementos mimportantes del gnegro: el decorado urbano, la ciudad.
Es posible que la intencide Salvatore Lombino (alias Ed McBain, alias Evan Hunter, alias Curt Cannon, alias Hunt Collins, alias Richard Marsten...) fuera la de hacer...