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Capitulo II
Memorias
Estaba en aquel pestilente y repugnante pozo, con repulsivos insectos paseándose por el lugar , cuando de pronto se me vino a la cabeza aquella preocupación: qué sería de mi familia? La volvería a ver? Qué pasaría conmigo?
También empecé a recordar aquellos viejos y bellos momentos que disfrute y gocé con tanta intensidad con mi familia, especialmente con mi divertidaprima Ann.
Ann, mi esbelta prima, con sus radiantes cabellos rojizos, sus facciones tan pulidas, traía locos a todos los chicos del curso. Pienso les agradaba tanto por su personalidad afable y extrovertida pero principalmente por que tenia permanentemente una sonrisa dibujada en sus labios.
Pequeñas hacíamos muchas travesuras, hmmm... incluso ahora que tengo diecinueve años.

Recuerdo era undía frío, salimos al jardín de mi casa; el cual era monumental con gran multiplicidad de flores y plantas que mi madre cuidaba con esmero, poseía cartuchos, girasoles, hortensias, rosas, bromelias, entre muchas otras flores; allí recibimos las gotas de lluvia, parecían gotas de júbilo que nos rozaban nuestra delicada piel, nos mojamos completamente, de pies a cabeza. Aquello era maravilloso, eracomo devolvernos a nuestra infancia.
--Hey, Ann, que te parece si entramos ya a la casa?—le dije
--Esta bien, me gustaría tomarme un chocolate caliente—me respondió con su dulce voz.
--Pero debemos también arreglarnos con mucho sigilo y cautela para que mi mamá no nos sermonee. Dije con una sonrisita picarona.
--Jmmm… bien pensado.
Entramos y casi sin darnos cuenta, dejamos huellas en la casa.Pasamos por la sala, un lugar agradable, con sillones confortables donde sobresalía un jarrón oriental y un televisor soldado a la pared, que invitaba al descanso. Sus imponentes cuadros de Van Gogh y su majestuoso papel de colgadura le daban una aspecto opulento.
Llegamos a la cocina, un sitio en el cual la mayoría de los electrodomésticos eran modernos; la estufa, la nevera, los gabinetes y elmicroondas, entre otros. La pintura amarilla que rodeaba las paredes le daba un aspecto cálido.
Pusimos a hervir el chocolate. Cuando ya estaba caliente y repleto de espuma apagamos la flama. Ann me pasó dos tazas, en las cuales vertí el chocolate.
--Karen, a ti si que te queda delicioso este chocolate—dijo Ann halagándome al saborear su primer sorbo.
--Gracias, Ann. Receta secreta de miabuela--dije haciéndole un parpadeo.
De repente oímos unos pasos que bajaban por las escaleras, sabíamos que era mi mamá. Dejamos las tazas de chocolate casi vacías en el mesón y con una sonrisita y un guiño nos dirigimos a mi cuarto sin mencionar una sola palabra.
Estando allí cerramos la puerta de mi habitación con seguro, para que mamá no pudiera ingresar. Nos secamos y nos peinamos el cabellorápidamente, nos pusimos nuevas prendas secas. Un confortable calor recorrió mi cuerpo.
En el momento en que estábamos listas, abrimos la puerta y nos topamos con mi mamá. Nuestros rostros se tornaron pálidos.
--Karen, hija. ¿Por qué hay pisadas mojadas en la sala y en la cocina?—dijo mamá con curiosidad.
--Pues… mamá ejmmm… debió ser que las suelas de nuestros zapatos estaban empapadas—dije conuna risita.
--¿Y por que estaban empapadas sus suelas? ¿Acaso salieron a mojarse?
--Tía… pues—dijo Ann pero mamá no la dejó terminar.
--Cuántas veces les he dicho que eso les puede causar un resfriado, o mucho peor una bronquitis o algo por el estilo.
--Mamá, perdónanos por favor—dije con cara de arrepentimiento.
--Miren, prométanme que esta será la última vez que se mojen de esa forma—dijomamá muy seria
--Prometido—dijimos Ann y yo al mismo tiempo mostrando nuestros cuidados dientes.
Sentí nostalgia y exhalando un suspiro tuve otro recuerdo… aquel estupendo cumpleaños en el que mi familia me celebro mis 16 años.
Era un sábado 19 de mayo. Me levanté, hice un poco de pereza. Mis entrañas ya me estaban pidiendo alimento, así que bajé a la cocina, súbitamente todos saltaron y...