Offshore
2.1. Por definición, las sociedades off shore son aquellas que tienen prohibido ejercer su objeto en el estado en que se constituyeron, donde carecen de capacidad para adquirir derechos y de legitimación para obrar. Su objeto es entonces -salvo excepciones de algunos regímenes que les permiten una actuación local restringida- actuar fuera delterritorio de su lugar de origen. Así las define en nuestro país, con apropiada terminología, el art. 1 de la Resolución General Nº 2/2005 de la Inspección General de Justicia (I.G.J.). (11)
No abundaremos en información conocida: miles de sociedades de ese tipo son instrumentos formales ficticios sin otro objeto que el de encauzar inmensas sumas de dinero en todos los rincones del orbe, colocadas almargen de cualquier contralor de los estados donde efectivamente se emplean.
No se trata, claro, de genuinas inversiones extranjeras concretadas a través de esa formalidad instrumental, sino de propiedades que -en su inmensa mayoría- pertenecen a ciudadanos argentinos que no tienen modo de acreditar el origen de los fondos con los cuales las adquirieron. De modo ostensible, podríamos decir grosero,se simulan supuestos entes societarios al amparo de lo oculto e inaccesible, con fines abiertamente antijurídicos. (13)
2.2. La figura legal que analizamos se asocia a los denominados “paraísos fiscales”, ámbitos geográficos de baja o nula tributación que promueven la “radicación” de entidades de esas características. La regla es la falta de control estatal sobre el funcionamiento societario,librado por entero a la discrecionalidad de cada sociedad. El anonimato es clave para asegurar que nadie conocerá a los socios ni sus participaciones societarias; las obligaciones de presentar balances e informar sobre la actividad son nulas o de gran laxitud y todo transcurre con total “privacidad”, sin más recaudo que algún “representante” lugareño, por lo general un abogado o contadorespecializado en ese negocio. Los entes así conformados, una vez obtenida la registración -verdadera “patente de corso”-, salen al mundo para actuar como personas jurídicas, amparados por su “pertenencia” al país donde la lograron.
2.3. Algunas reflexiones derivan en forma natural de lo hasta aquí expuesto:
2.3.1. Es por demás evidente que la constitución de una sociedad en un país donde no desarrollaráactuación significativa, persigue eludir la aplicación de las leyes del país o países donde si lo hará.
2.3.2. Las ventajas que brindan los ámbitos geográficos conocidos como paraísos fiscales -nula o baja tributación, ausencia de control, garantía de anonimato- permiten canalizar por vía de las sociedades off shore la inversión de fondos cuyo origen no puede declararse, sea porque su dueño no losobtuvo por vías legales o porque de conocerse su titular real el mismo se vería expuesto a la acción de sus acreedores.
2.3.3. De allí en más surgen diversas alternativas para el análisis:
2.3.3.1. Si hablamos de blanqueo de fondos, ellos pueden provenir de la violación de leyes fiscales (omisión del pago de impuestos, que constituye delito en la gran mayoría de los países), del narcotráfico, delterrorismo y de otras fuentes ilegales.
2.3.3.2. Si nos referimos a motivos de los titulares para ocultarse, es dable considerar la defraudación del cónyuge u otros familiares, la de quienes tuvieran contra ellos créditos derivados de contratos o la de otros acreedores por cualquier causa.
2.3.4. Es cierto que técnicamente podrían constituirse sociedades off shore cuyos socios acreditaranfehacientemente el origen de los fondos aportados, declararan en sus países de radicación la existencia del emprendimiento y cumplieran con sus obligaciones fiscales correspondientes. Sin embargo y más allá de la ingenuidad lindante con el absurdo que implica la hipótesis, ella es por completo descartable por la manifiesta inconveniencia de incurrir en los gastos que demanda, salvo cuando lo...
Regístrate para leer el documento completo.