Ojos Nublados

Son casi las once cincuenta de la noche del 14 de junio de 1982. En Mar del Plata hace frío y no sé por qué razón no recuerdo como estuvo el día de hoy. Tal vez haya habido sol, o estuvo nublado,lo cierto es que para mí y unos tantos más eso no importa, solo importa lo nublado que tenemos el corazón y las tripas retorcidas de la impotencia que nos provocara el haber escuchado los últimoscomunicados de Estado Mayor Conjunto, allá por las once.
Perdimos. Nos rendimos. Se rindieron.
Pero no es ésta la razón de la oscuridad y tristeza de nuestros corazones, porque sabíamos, intuíamos;aquellos que conservábamos algunos dedos en la frente; que no sería posible, que estábamos solos. Solos como nuestros hermanos en el frente, siempre estuvieron solos, si bien sus padres, novias, esposas,amigos, los alcanzamos con nuestros pensamientos. Pero ellos pelearon solos. Con fe, con patriotismo, con hermandad. Pero nunca vieron a sus oficiales apoyarlos, solo los escuchaban gritarles,maltratarlos, castigarlos.
En esta noche oscura que retuerce los recuerdos de amigos queridos que fueron arrancados y llevados embuídos de heroísmo tras la quimera de otros. Otros, que demostrado está,son tácticos y eficaces a la hora de cagar a palos a miles de personas en la manifestación previa al desembarco en Malvinas, entre otras tantas cosas. Maestros del ocultismo ideario utilizaron unsentimiento nacional histórico para aferrarse a su más preciado bien, EL PODER ABSOLUTO.
Esta dictadura nauseabunda, asfixiante, despiadada; osó manipularnos, envolvernos en su sueño letal y mesiánico.Retomar el archipiélago bajo nuestra soberanía y despojar a Inglaterra de su asentamiento austral.
Es cierto que las Malvinas son argentinas, desde siempre y para siempre, aunque desde 1833 losbritánicos se hayan instalado en ellas. También es cierto que innumerables dictámenes y pruebas han dado la razón a nuestro país, que durante años ha venido luchando diplomáticamente ante distintos...