Ojsimpson
Simpson abonó un exiguo porcentaje de la indemnización. Recuperó su casa y la vendió, pero se encontróprácticamente en la ruina a causa de las minutas de sus abogados, los impuestos atrasados y los pagos de la hipoteca. Su pensión de la NFL, sin embargo, no pudo ser embargada por eljuzgado. Además, Simpson decidió mudarse a Florida, donde las leyes le beneficiaban, pues allí sus ingresos tampoco podían embargarse para pagar la indemnización fijada en el juicio civil.El juicio a O. J. Simpson es el perfecto ejemplo que demuestra cómo los medios de comunicación han influido en el desenlace de ciertos procesos judiciales en Estados Unidos. Casos comolos de Von Bülow y O. J. Simpson destacan la importancia de contar con un abogado no solo astuto y versado en leyes y en el mecanismo del sistema judicial, sino también hábil a la horade manipular a los medios de comunicación. El equipo defensor cumplió su cometido, a la vez que ingresó una ingente cantidad de dinero. Sembraron la duda sobre las pruebas de laacusación, y lucharon con uñas y dientes para confundir a un jurado que prácticamente habían seleccionado para que fuera lo más favorable posible a su cliente. Las actuaciones de Cochran, elcarácter incisivo de Dershowitz y la astuta erudición de Neufeld y Scheck contribuyeron a salvar a Simpson de años de prisión a pesar de enfrentarse a unas pruebas forenses abrumadoras.
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