ola ke ase
Érase una vez, no hace mucho tiempo, en una gran ciudad, vivía una niña de doce años, llamada Anabel, en una pequeña casita. Su familia era humilde, y a penas podían llegar a finde mes con los gastos que se les llegaba a presentar en la casa de esta dulce niña.
A la niña la llamaban Caperucita Roja, ya que casi siempre vestía o portaba consigo un ya muy desgatado y viejochaquetón de color rojo como el jitomate en temporada.
Un día, su madre le dijo que, ya que su abuela acababa de salir del hospital, le llevara un ramo de rosas, unos bombones y un poco de dinero parapoder comer y así estuviera bien por un tiempo.
Antes de salir de casa, la madre le advirtió a Caperucita que, ya vivían en una inmensa ciudad, que no hablara con ningún desconocido y que tuvieracuidado con los coches. La niña asintió y colocó las cosas en una pequeña mochila .
Salió de casa toda contenta, escuchando música con su MP3 mas viejo que nada pero al fin y al cabo servía, cuando depronto se fijo que sus agujetas estaban desatadas y se paro a atarse el cordón bien para llegar a evitar alguna caída.
Al subir la cabeza, se encontró con un hombre calvo, grande, con unas largasbarbas, y fumando un cigarrillo.
El hombre le dijo hola a Anabel, y ella, toda confiada, le dijo: -Hola, ¿quién es usted?-. Hablaron durante unos minutos y el señor le dijo que si quería que la llevaríaen coche a donde quisiera ir. Caperucita contestó que no, porque iba a casa de su abuelita que se encontraba en el bloque "Barcelona, en el número 13".
Cometió un grave error al decir eso...
Sindecir nada, el hombre cogió su coche y se dirigió rápidamente al bloque que le había nombrado la niña.
Al llamar al timbre solo tuvo que decir:-Soy Anabel-, para que la inocente abuela le abriera.Enseguida, al darse cuenta de que no era su nieta, la abuelita se desmayó.
Aquel hombre se enfurruñó mucho, ya que ahora no le podría decir dónde guardaba sus ahorros.
Él comenzó a buscar por aquel...
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