olas de la saga cancion de mar
Amanda Hocking
El presente documento tiene como finalidad impulsar la lectura hacia aquellas
regiones de habla hispana en las cuales son escasas o nulas las publicaciones, cabe
destacar que dicho documento fue elaborado sin fines de lucro, así que se le
agradece a todas las colaboradoras que aportaron su esfuerzo, dedicación y
admiración para con el libro original para sacar adelanteeste proyecto.
Í
Sinopsis
Capítulo 15
Capítulo 30
Capítulo 1
Capítulo 16
Capítulo 31
Capítulo 2
Capítulo 17
Capítulo 32
Capítulo 3
Capítulo 18
Capítulo 33
Capítulo 4
Capítulo 19
Capítulo 34
Capítulo 5
Capítulo 20
Capítulo 35
Capítulo 6
Capítulo 21
Capítulo 36
Capítulo 7
Capítulo 22
Capítulo 37
Capítulo 8
Capítulo 23Capítulo 38
Capítulo 9
Capítulo 24
Capítulo 39
Capítulo 10
Capítulo 25
Capítulo 40
Capítulo 11
Capítulo 26
Capítulo 41
Capítulo 12
Capítulo 27
Próximo Libro
Capítulo 13
Capítulo 28
Sobre el autor
Capítulo 14
Capítulo 29
C
on Penn y Lexi decididas a matar a Gemma y sustituirla por otra sirena, la
vida de Gemma corre un grave peligro… amenos que pueda romper la
maldición antes de que sea demasiado tarde. Con la ayuda de Harper y
Daniel, ahondará en el pasado mítico de sus enemigas… y en sus más oscuros
secretos. Es su única esperanza de salvar todo lo que ama: su familia, su vida y su
relación con Álex, el único chico al que ha amado.
í
Dominación
A
Gemma le encantaba cómo se sentía cuando él la besaba. Cuando laboca
de él se unía a la suya se llenaba de ansias y de deseo. No parecía
demasiado fuerte —aunque cuando la apretaba de ese modo contra él,
ella sentía la firmeza de su tono muscular bajo la fina tela de su camisa—, así que
era como si su pasión aumentara su fuerza.
No se podía decir que Kirby besara especialmente bien. Gemma estaba resuelta a
no comparar a todo el mundo con Álex ni consu forma de besar, porque todos
salían perdiendo. Aun sin contar a Álex, Kirby no era el que mejor besaba.
Sin embargo, había una razón por la cual había salido con él varias veces y todas
sus citas terminaban en el asiento trasero de su viejo Toyota. No habían hecho
mucho más que besarse, y Gemma no pensaba pasar de allí.
Lo que la hacía volver una y otra vez con Kirby no eran ni el amor nisus besos. Su
corazón todavía echaba de menos a Álex, y sólo a Álex. Pero no podía estar con él
y no podía seguir dando vueltas por la casa poniendo caras largas. O, al menos,
eso era lo que le decían Harper y su padre todo el tiempo.
Así fue como terminó allí con Kirby, rindiéndose ante los impulsos físicos, que, de
alguna manera, le parecían mal y totalmente correctos a la vez.
Inclusoaunque sólo siguiera siendo humana, habría sido divertido. Kirby era sexy
y dulce, y la hacía reír. Pero era su mitad sirena la que lo deseaba con fuerza, la que
casi le exigía el contacto físico.
La verdad era que se estaba inquietando. Thea le había advertido de lo que podía
suceder si no comía. Técnicamente sólo necesitaba comer una vez, antes del
solsticio o del equinoccio, pero, cuantomás tiempo pasara sin comer, más irritable
y agitada estaría.
Había algunos trucos para mantener a raya el hambre: uno de ellos era nadar con
frecuencia, cosa que Gemma hacía siempre que podía. Otro era cantar, pero a
Gemma le daba mucho miedo intentarlo. No quería hechizar a alguien por
accidente. El tercero no consistía tanto en evitar el hambre como en ceder a ella. Y
eso era lo que estabahaciendo con Kirby. Lo besaba para evitar morderlo.
Cuando él la besaba profundamente y la empujaba contra el asiento del coche, ella
sentía que su interior se agitaba. Le invadía un calor tibio en el estómago que hacía
que le vibrara la piel, como cuando las piernas se le transformaban en cola de pez.
La sirena quería salir, y había algo extrañamente maravilloso en el hecho de
impedirlo....
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