Olfato

OLFATO

En nosotros, los seres humanos, este sentido parece haberse trasladado a lo que son nuestras emociones y se halla menos desarrollado que en muchos animales, encontrando aromas cautivadoresy también desagradables, ya que a diferencia de estos caminan en cuatro patas y su cabeza se encuentra más cerca del suelo en donde pueden distinguir olores más fuertes, la teoría evolutiva explicaque nuestros antepasados al empezar a erguirse, todo se hizo más “visible”: los depredadores, los alimentos y la búsqueda de la pareja con el olfato se hicieron menos importantes. Podemos decir quesimples olores son capaces de hacernos reflejar recuerdos repentinos, ya que algunos nervios de la nariz se relacionan con la amígdala y el hipocampo, participantes en la emoción y la memoria.
Elárea de la nariz sensible al olor es de unos cuantos centímetros cuadrados, mientras por ejemplo que en el perro, recubre la membrana glucosa nasal por completo; tenemos unos cinco millones de célulasreceptoras respecto al olfato en comparación al perro que posee unos 220 millones.
Sin embargo, nuestro olfato es el más sensible de todos nuestros sentidos: una mínima cantidad de materia, bastan paraestimular las células olfativas. Nuestro umbral absoluto es notablemente bajo para el sentido del olfato en circunstancias ideales: 1 gota de perfume esparcida en una habitación de 3 tres divisiones.Nuestros receptores olfativos se ubican en la porción superior de las fosas nasales, envdonde la pituitaria amarilla recubre el cornete superior y se comunica con el bulbo olfatorio.
Los vaporestransmitidos por las sustancias olorosas penetran por la parte superior de las fosas nasales y, después de disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla, actúan químicamente sobre los receptoresolfativos. Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de los receptores son trasmitidos al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral para la formación de la sensación.
Las sensaciones...