Olga latour de botas

Dra. Olga Fernández Latour de Botas Tema: Las danzas folklóricas argentinas en el Proyecto ACTA (Atlas de la Cultura Tradicional Argentina) Hansel y Gretel, los hermanitos del famoso relato tradicional alemán divulgado por los hermanos Guillermo y Jacobo Grimm en sus “Cuentos de los niños y del hogar”, iban marcando su camino a medida que avanzaban con el objeto de poder volver a casa: lomarcaron primero con piedritas blancas y así pudieron regresar; pero cuando por mandato de su madrastra debieron nuevamente internarse en el bosque, no tuvieron a mano sino miguitas de pan que fueron comidas por los pájaros. No seguiremos contando la historia que, en cuanto a este motivo narrativo, se repite en Pulgarcito, el conocido cuento publicado por el francés Charles Perrault, sólo deseo, con estatrampita útil tal vez para despertar el interés de ustedes, concentrarme en la necesidad humana de señalar caminos, de acumular la experiencia del tránsito territorial. La demarcación del camino es una manera de estar dejando huellas, de estar tirando líneas por sobre el territorio. Piensen en lo que habrá sido este problema para el hombre primitivo que pisaba ciertas tierras y que no tenía ideade la dimensión total del terreno circundante. Por lo menos nosotros creemos eso, vaya uno a saber si, con las dotes intelectuales que algunos dicen tenía el hombre primitivo -con mucho de intuición en cuanto al medio natural, no habrá tenido también condiciones, un poco más parecidas a lo mejor a las que mantiene el reino animal, para captar con gran rapidez el entorno ambiental y suscaracterísticas. Cuando nace un cachorro de cualquier especie zoológica, habrán visto ustedes cómo se ubica inmediatamente en su nueva situación, no solamente en aspectos para los cuales nuestros bebés se encuentran impedidos (como acercarse a su mamá y alimentarse de ella, cuando se trata de mamíferos) sino también en cuanto a los recursos ambientales que les son favorables o que les resultan adversos. Lastortuguitas marinas, por ejemplo, sin poder luchar contra los depredadores que las diezman inexorablemente, no sólo caminan y corren sino que nadan inmediatamente después de nacer, llevadas por una atávica necesidad de supervivencia; los potrillos se ponen de pie tan pronto vienen al mundo, las aves tardan un poco más para iniciar sus vuelos pero lo hacen muy poco después de salidas del cascarón:todos esos seres que llamamos “inferiores”, tienen una capacidad instintiva enorme para poder ubicarse en el ambiente. El ser humano, en cambio, debe recurrir a la cultura, al saber aprendido de otras generaciones, para iniciar su rumbo por la vida; busca signos dejados por sus antepasados; mientras recorre el mundo trata de demarcar espacios y de caracterizarlos para poder volver o para huir deellos. Los mapas responden a esa necesidad utilitaria, y también a una necesidad que el ser humano tiene para con las generaciones futuras: la necesidad de trascendencia. Decimos entonces que los seres humanos tenemos una necesidad de trascendencia, de perduración en lo otro y en los otros, lo cual parece evidente cuando contemplamos los magnos monumentos de la antigüedad. ¿Y, qué tiene que ver estocon los mapas? Bueno, cuan-

2 do alguien recorre un territorio y va dibujando un mapa de lo hallado y le pone su firma antes de publicarlo o hacerlo conocer de alguna manera, es claro que quiere dejar dicho: “Por aquí anduve; yo estuve aquí”. Las formas más ingenuas y depredadoras de esa actitud las observamos en los monumentos naturales o culturales cuando nos agrede encontrar letreros quevociferan desde sus muros cosas como: “ Rubén ama a Marta” con el dibujo de un corazón o simplemente “Pasé por aquí. Juan de Olavarría” o bien “Viva Lanús”. Pero bueno, esos impulsos primarios -en el fondo egolátricos- provienen de la misma necesidad de trascender que, con una finalidad filantrópica y un grado superior de desarrollo intelectual, experimenta el geógrafo, quien procura hacer el...