Ontologia Del Lenguaje
En seguida, tomaremos la acción como un dominio e introduciremos diversas distinciones en suinterior que nos permitirán reconocer tipos de acciones diferentes. Por último tomaremos un tipoparticular de acción humana, aquella que llamamos prácticas sociales, y —acercándonos a lainterpretación propuesta por Wittgenstein— mostraremos cómo éstas permiten serreconstruidaslingüísticamente.Pero hemos advertido también que nuestro círculo interpretativo no estará completo mientras noreinterpretemos la propia acción. Sólo entonces estaremos en condiciones de entender por quédecimos que la acción nos constituye como el tipo de persona que somos y que llegaremos a ser. El ser humano, el lenguaje y la acción son tres pilares fundamentales de la ontología dellenguaje. Eneste capítulo examinaremos el tercero de ellos: la acción humana.Nuestra «concepción tradicional» sobre la acción humanaLos seres humanos occidentales devinimos cartesianos aun cuando no supiéramos quién eraDescartes o no conociéramos su filosofía. Ello, por cuanto la cultura lingüística dentro de la cual nosconstituimos como individuos, asumió como válidos sus postulados. Los dossupuestos a los que nosreferimos son los siguientes: aquel que sostiene que todo sujeto se halla expuesto a la presencia einmediatez del mundo de objetos que lo rodea y aquel que define al ser humano como un sereminentemente racional en su actuar en el mundo.El primero de estos supuestos, se sustenta en un dualismo originario. Su punto de arranque suponeque, al examinarse la existencia humana, debemosreconocer, desde el inicio, dos sustanciasirreductibles: el pensamiento o la razón que nos constituye como sujetos (lo que Descartes llama lares cogitans) y la sustancia física que constituye los objetos (res extensa), dentro de la cual estánuestro cuerpo y la totalidad de los objetos naturales.El segundo de los supuestos de nuestra concepción tradicional ha sido el sustentar que aquello quedefine alsujeto, aquello que nos caracteriza como seres humanos, es el pensamiento, la conciencia, larazón, nuestra capacidad de deliberación. El ser humano, se sostiene, es un ser pensante, un serracional. Este segundo supuesto es particularmente importante para entender la acción humana, pueses precisamente en el dominio de la acción donde el concebirnos como seres racionales tiene quizásuna de sus másimportantes consecuencias.El supuesto de que la razón es aquello que nos constituye y define en el tipo de ser que somos, noslleva a una comprensión racionalista de la acción humana. Supone que la conciencia, la razón o elpensamiento, como quiera que nos refiramos a ello, antecede a la acción.Asume que los seres humanos actuamos en conciencia, guiados por la razón. Se deduce, por lo tanto,que todaacción humana es acción racional. La razón dejó de concebirse como aquello que 19
20. caracterizaba a los seres humanos, transformándolos en sujetos; la razón fue establecida comoprincipio rector del universo.Razón y lenguajeDesde la ontología del lenguaje, la razón es un tipo de experiencia humana que deriva del lenguaje. Ellenguaje es primario. La razón es un caso particular dentro deldominio general del lenguaje.La razón es uno de los juegos de lenguaje posibles de que somos capaces los seres humanos en cuantoseres lingüísticos.La razón guarda siempre relación con el observador y no con lo observado.La razón de un fenómeno, insistimos, no pertenece al fenómeno, sino a su explicación.La distinción de transparenciaHeidegger postula que lo que llamaremos transparencia —la actividadno-reflexiva, no pensante, nodeliberativa, la acción con umbral mínimo de conciencia— constituye la base y condición primaria dela acción humana.Cuando nos encontramos en este estado, en la transparencia del fluir de la vida, no sólo no estamospensando en lo que hacemos, tampoco estamos en un mundo que se rige por la relación sujeto-objeto.Estamos en un estado que es previo a la constitución de esa...
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