Opinión

Al Sr. Luis González de Alba.

Le debo de confesar que es la primera vez que leo una de sus columnas de opinión, me quede sorprendida por sus reflexiones sobre la publicación de la Ley General deVíctimas, fuera de su clara conveniencia con el Sr. Martí y la Sra. Miranda de Wallace y su disentir con el poeta Javier Sicilia, sus afirmaciones, lamento decirlo, me parecen construidas desde de lasentrañas.
Usted más que nadie ha de saber lo que se siente perder un familiar, (lamento mucho su pérdida) usted más que nadie ha de saber lo que trastoca en el seno familiar perder uno de los jefesde familia, la desestabilidad emocional y económica que trae consigo. Solo lo invito a pensar en aquellas familias que por su misma situación no pueden darle un entierro digno a su ser más querido,que por la desaparición o el asesinato del padre o la madre, los hijos quedan en la potestad de los abuelos o los tíos que sin aviso previo tienen que hacerse cargo de más personas, que en ladesesperación de no encontrar respuesta de las instituciones de seguridad, los familiares contratan, sin importar el costo, investigadores privados que con engaños, solo buscan sacar más dinero y que los handejado en la calle.
Los costos de la guerra contra el narcotráfico no solo han significado la pérdida de seres queridos, que es en la inmediatez, sino la desestabilidad económica, psicológica yemocional de las familias. Contesto a su pregunta ¿Quién va a resarcir el daño a las familias de las víctimas? Nadie. Ningún monto es cercano al valor que tiene un ser humano. Lo más próximo es el apoyo quese les pueda brindar a los deudos, ¿Para qué? Para que sencillamente puedan vivir, para que puedan superar el trago amargo de su pérdida. Nada, ni nadie les regresará a ese ser amado.
Lo cito:“Resarcir a las víctimas con el dinero de los contribuyentes y no con los bienes del victimario entra en la vieja idea asistencial que por 200 años ha dominado el pensamiento de mexicanos con el nivel...