Oracion
Carta pastoral de los obispos españoles de Pamplona-Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria
CUARESMA-PASCUA DE RESURRECCIÓN DE 1999
I. La oración en el momento actual
Quien cree sinceramente en Dios se comunica con él. La oración es la expresión de la fe, su aliento. Por, eso, cuando la fe entra en crisis, entra también en crisis la oración. Y cuando la oraciónenmudece en una sociedad o en la vida de una persona, es señal de que la vida religiosa se está apagando.
¿Qué lugar ocupa la oración en la vida de los cristianos?
Nada caracteriza mejor la religiosidad de una época que la forma de orar. Si se quiere conocer la religión de un pueblo, lo más iluminador no es examinar lo que dice creer, sino observar cómo ora. ¿Cómo se reza entre nosotros?
Latrayectoria de no pocos
Sin duda, son muchas las personas que oran, y oran de verdad, La crisis religiosa, lejos de arruinar su oración, ha purificado sus rezos y prácticas, despertando en ellas un deseo sincero de Dios. No es difícil, sin embargo, detectar entre nosotros una grave crisis de oración, no sólo en quienes se han alejado de la práctica religiosa, sino también en el conjunto del pueblocristiano y hasta en grupos de vida consagrada, que habían hecho de su cultivo parte decisiva de su compromiso.
Las manifestaciones de estas crisis son diversas. Hay cristianos a los que sencillamente se les está olvidando lo que es rezar. A lo largo de estos años, han ido abandonando oraciones que alimentaron en otros tiempos su fe, pero que hoy no les dicen nada. La piedad tradicional se les haceinviable, pero no la han sustituido con nada mejor. Hoy su relación con Dios está como bloqueada. Se han quedado sin saber cómo comunicarse con él.
Para algunos, Dios se ha convertido en algo demasiado irreal para llamarlo Padre; no es fácil invocar con confianza a un ser lejano y difuso al que se considera ajeno e indiferente a nuestros problemas y sufrimientos. A otros, la oración les parecealgo falso; una práctica superada que hay que abandonar; una persona responsable no debería necesitar de esos «juegos religiosos» para organizar su vida.
Hay quienes, ganados por el deseo de vivir del modo más intenso y placentero, sienten la oración como algo extraño y triste; puede ser, tal vez, recurso para momentos difíciles o angustiosos, pero no fuente de vida liberada y dichosa. Haytambién quienes han ido abandonando la oración para rehuir el encuentro con Dios; su desorden moral o su mediocridad los ha ido empujando a eludirlo; no han aprendido a encontrarse con Dios desde su pecado o infidelidad.
El hecho es que, por diversos motivos y desde experiencias diferentes, no son pocos los que han eliminado de su vida la oración o la han reducido a algo insignificante. Bastantes nosaben, no pueden o no quieren orar a Dios.
En el hogar
En no pocos hogares se sigue rezando en familia; pero en otros muchos la oración se ha apagado. Se vive, más bien, una fe débil y poco convencida, con un trasfondo de indiferencia y despreocupación donde la presencia de Dios parece diluirse.
Ha desaparecido, en buena parte, aquella oración doméstica que moldeaba la fe de los hijos: lasoraciones de la mañana y de la noche, la bendición de la mesa, el rosario en familia al atardecer. Han desaparecido también no pocos signos e imágenes de carácter religioso. Muchos padres ya no enseñan a sus hijos a rezar, no saben o no les preocupa. En no pocas familias, sólo se transmite silencio e indiferencia religiosa.
En la comunidad cristiana
Es también significativo lo sucedido en no pocascomunidades cristianas. A lo largo de estos años, se han ido suprimiendo formas de piedad tradicional que respondían a un contexto religioso, hoy desaparecido, sin que hayamos sido capaces de dar con formas nuevas que respondan a nuestros tiempos.
Se han abandonado novenas, triduos y ejercicios piadosos, y se han descuidado prácticas tan arraigadas como el rosario, la bendición del Santísimo o...
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