Oralidad Y Literatura Oral De Alfredo Colombres
Adolfo Colombres (Argentina)
Antropólogo y escritor
CELEBRACIÓN DEL LENGUAJE,
de Adolfo Colombres, Ediciones del Sol, 1997.
Autor: Cristina Siscar
Después de leer Celebración del lenguaje pensé en un arcón. Creo que esa imagen y ese sonido cargado de resonancias podrían representar el libro de Adolfo Colombres. Un arcón lleno de objetos preciososcuidadosamente dispuestos en compartimientos intercomunicados. Esos objetos que han vencido al tiempo están hechos de palabras: son las cajitas de nuestro imaginario.
Así es este libro, por su contenido y por su propuesta, múltiple y uno, como el autor.
Escritor, antropólogo, viajero, editor, Adolfo Colombres despliega todas estas actividades a la vez, y con idéntica intensidad; y todas ellasparten y vuelven, convergentes, imbricándose, al mismo centro de interés: el ser humano, sus creaciones, las creencias que lo constituyen, los modos de vida en otras geografías y culturas. Se diría que las novelas -como Tierra incógnita, Karaí, el héroe o Sacrificio- son el lugar privilegiado, donde Colombres reúne sus diversas facetas. Pero esto también ocurre en Celebración del lenguaje, que combinala erudición, los testimonios de]. viajero y la prosa del narrador para depararnos el placer que sólo brindan los ensayos inspirados.
Porque, sin descuidar el riguroso ordenamiento de los temas, la variedad de las fuentes consultadas y la clara exposición, el autor, situándose en el interior de los fenómenos que describe, toma partido y construye una voz que va enlazando los relatos, la poesía,el teatro que marcaron, más que la historia de la literatura, la vida misma de los pueblos. Desde la más remota antigüedad a la era mediática, de Oriente a Occidente, de la epopeya clásica a la novel contemporánea, todos los géneros y estilos de la literatura oral y escrita se vinculan, como los hilos de un tapiz, en pie de igualdad.
Colombres celebra el lenguaje por lo que los hombres y mujeresson capaces de hacer con él, tanto el que registran esos dibujitos asombrosos que son las letras del alfabeto como el que es puro sonido de la voz, esa rica tradición oral que atraviesa continentes enteros y que el concepto occidental de literatura, restringido a la etimología de esta palabra, ha dejado afuera.
Hay algo común, comunitario, que origina y sustenta todas las obras literarias, sea unmito maya, una fábula africana, el Quijote o un poema de Juan L. Ortiz: es la aspiración del lenguaje, su capacidad de nombrar, de dar sentido, de fundar un mundo simbólico gracias al cual perdura el núcleo de la experiencia, que de otro modo de disuelve en el tiempo o se hunde en la indiferencia cotidiana. El lenguaje de la literatura oral o escrita libera a la palabra de su función utilitariapara transformarla en un icono.
Pero en el pasaje de la oralidad a la escritura se pierde el acto ritual, en el que el relato del shaman (palabras, inflexión de la voz, gestos) se asocia con la música, la danza, la pantomima, los objetos y el espacio para crear el éxtasis, que nos permite acceder a otro nivel de conciencia, o rozar un orden parecido al del sueño, que algunos llaman sagrado. Estono significa que la escritura no tenga sus ritos, pero son ritos solitarios: el del escritor a solas, el del lector en silencio con su libro. Así parece menos viva la interacción entre la literatura y el imaginario colectivo, y más lejana la relación de las obras con las fuentes del imaginario (al punto que este aspecto, tan importante para algunos antropólogos y filósofos de nuestros días, ha sidoprácticamente olvidado por la crítica literaria).
Digamos también, como contrapartida, que la invención del alfabeto, que de por si es une feliz combinatoria, favoreció el arte de la composición. Sin las letras, observa Colombres, no habría novela ni tragedia griega ni cuento moderno. Porque, al libramos de las exigencias de la memorización, el texto puede entramar nuevos procedimientos, que...
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