Ordenar para controlar
Martha Herrera Ángel. Ordenar para Controlar. Ordenamiento espacial y control político en las Llanuras del Caribe y en los Andes Centrales Neogranadinos. Siglo XXIII. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia-Academia Colombiana de Historia, 2002, pp. 343.
Luis Ángel Osorio Loaiza
Estudiante de Maestría en Historia
Universidad Pedagógica y Tecnológica de ColombiaEl libro de Martha Herrera Ángel ofrece un estudio detallado y comparado del ordenamiento espacial y político de dos regiones del Nuevo Reino de Granada en el siglo XVIII, las llanuras del Caribe que comprenden las gobernaciones de Santa Marta y Cartagena y los Andes Centrales, territorio que abarca la provincia de Santafé y la jurisdicción de Tunja. En estas dos regiones analizacaracterísticas morfológicas de los asentamientos a la vez que la organización político administrativa, creadas por el reino hispánico, para su poblamiento.
Hacia 1780, en estas dos regiones estaba concentrada una población cercana al 50% de la Audiencia de Santafé. Adicionalmente los centros de poder de la Nueva Granada, Santafé y Cartagena, estaban ubicadas en ellas. De ahí la importancia que tienenpara la investigadora Herrera Ángel, puesto que diversas leyes promulgadas por la Corona española, impuestas para el ordenamiento territorial, no se pudieron aplicar por diferentes motivos, lo que generó acuerdos implícitos de la sociedad para crear ordenamientos espaciales que garantizaran un equilibrio económico, político y social, necesarios para la convivencia de los distintos grupos quecompartían el territorio como lo eran los blancos, negros, indios y mestizos.
Un aporte importante de esta obra radica en que tiene en cuenta la forma como se configuró el poblamiento en el área rural que por tradición no se ha tenido en cuenta en la historiografía de nuestro país como son los pueblos de indios, parroquias, sitios, anexos y rochelas y la forma como se vinculan con los centros urbanos endonde estaba concentrado el poder colonial. La autora realiza un aporte valioso, porque no solo tiene en cuenta un espacio rural, sino que hace un esfuerzo por la desambiguación del concepto y precisarlo concretamente para comprender la diferencia entre los pueblos o poblados indios, las parroquias, que tienen como eje una iglesia y el servicio de un sacerdote o cura, el valor de espacios máspequeños como los sitios, los anexos y las rochelas que son propios de la llanura Caribe. Estos espacios tienen valor tanto como lugar físico y las características que los definen, sino también porque, desde la mirada actual de la historiadora, son las personas las que le dan la caracterización espacial y social lugar concreto.
Para el desarrollo de este trabajo, la autora utilizó fuentesprimarias variadas como los fondos documentales de archivos del Archivo General de la Nación y del Archivo General de Indias en España. También revisó con detalle datos de informes publicados de funcionarios, sacerdotes y científicos del siglo XVIII y principios del siglo XIX, entre los que se pueden mencionar escritos de Jorge Juan y Antonio Ulloa, Alejandro de Humbolt, Francisco José de Caldas,Francisco Antonio Moreno y Escandón, Nicolás de la Rosa, Antonio de Narváez y la Torre y francisco Silvestre.
De igual manera realizó una juiciosa búsqueda de trabajos sobre geografía, historia colonial, arqueología y etnografía, que se han publicado en el país entre los años de 1943 y 1998. También realizó búsqueda bibliográfica relacionada con otras regiones de Hispanoamérica, especialmentede los territorios de Perú y México.
La información utilizada para el trabajo la utilizó a partir de los conceptos tomados de la sociología, la antropología y la geografía. Personalmente destaco los conceptos de territorio y ordenamiento espacial que revisten un aporte que poco se había tenido en cuenta, el territorio como “el espacio considerado propio, opuesto al ajeno”, a partir de...
Regístrate para leer el documento completo.