Origen del lenguaje
MAURrcro Sw¡nrss
Durante rnás de cincuenta años ha prevalecido entre tllicos lingüistas la convicción a. ,]u. ., l-p*r¡i" los cien_ ,rü* .l origen del lenAuaie humano. por un lado ," tii""" tor-ri-_pf., gritos de los animáles inferiores, por el ouo Ios símbolos artrcu_ lados, de los hombres. Según se ha creldo ¿r,o. i."rnol-azir"" . 1ql"l,* entrenuestra especie en un tiempo tan reÁoto de la prenlstona que no ouede c9r-ro:grse: ni directamente, -S'ü;;;;r;;.p,"por ni las técnicas dt la recónstrucciora ri"grii"iic"" muy generalizado los ensayos para eiplicar est"'f.rr¿m.rro ln .l srgro p:rsado eran vanos, a veces tontos y en el mejor de los casos meras especulaciones que nunca nadie podría .ámprob"..
Sí somos ciegos
y obras mayores ouellevaban tltulos como ..ir, '".:,:f doctrinas falsas de la elefantologla,,, ,,¡l *fii."-"iá.i"
ensayos
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declararon que se rrataba d. culebra respectivamente. Hubo toda slete, pero no e¡a nada en comparación """,táir."-.-i_i á",r." ,* gr"., ,"u,r"to-q,l. sobrevino cuando regresaron, al palacio a. i"" ,rüi"r-.-r"g"", :l d.i9.. tuvieron que escuchar grand.s criti.as"y ¿;;i"r.Unos dijeron que eian charl:
se pensaba, los que trataban de entencler ,. los hechos Iingüísticos de un tiempo tan remoto e¡an como los siete ciegos que, en la fábula i reron a conocer el elefante. Los dos má altos tocaron, uno la fre qu-e ese animal efa como ,,xli h::l: T ".::*r"r."i:f':: bajos.patparon ui," pi..í. y .i1ui.. !s.1ás #, m que-.equlpararon el elefante a un tronco ) a una pu."á.Lo, medianos topa¡on con la cola, Ios ."1-iúo, ;'1; H;;,
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ANALES DE ANTRoPoLoGiA
"Iurptxibilidad de conocer al elefante"' Con razón nadie en sobre este animal' -.á'io rieto, se atrevió volver a disertar en la Geología' la Uno p"od.íu pensar que los adelantos Arqt*figf", Bi'ologla y Cibernética, tantocomo en la misma l-ineiiistiá, darian nuevas posibilidades de entender este Problefia, y en efecto algunoJ lingüistas hoy día. vuelven. cautelos losamenie al mismo, pero todávía no han desaparecido
en colatemores y sospechas. Poi ejemplo, el lingúista Hockett' biólogo Ascher, publicó recientemente un boración con el Revo€studio sobre "La Revoiución Humana" (The HumanAnthtopolog)' Entre los colarevista Curtent
de los posibles ár" it-áit.uti¿n, en t#rinos es inútil y sin relevancia' que el lenguaje surgió ;;;t; CJ-. U pii*.tu t.tt"g,t" t,e inventada ' " no se sabe' y quizás
imposible saberlo." Es notable que Hockett, un reconocido perito en las técni cas de ¡econstiucción lingülstica, no las emplee en, el trabajo referido sino que se limitá a los términos de los biólogos quienes. porciertJ, se inspiraron hace tiempo en el ffatrajo de los linfista comparatista- del siglo pasado, como el mismo Darwin .n, Et origen de las especies, pelo no toman en cuent¿l "*o-..r" específicos de las hablas humanas Si un hombre como los'datos Hockett nd recurre a la reconstrucción netamente lingüística' debe se¡ sólo porque acepta la desvinculación histórica entre el comienzo ait tingua¡e y susformas recientes' En. cambio' sugerimos que quizá no sea así, y exPon€mos en segurda nues' tras Tazones, La idea que prevalece entre los lingüistas es evidentemente reacción contrf algunos concePtos exagerados que se tenlan antaño. AsÍ, en el liglo pasado, se albergaba la esperanza de descubrir lenguas máio evolucionadas entre los pueblos más orimitivos deI rnundo actual' En cie¡tos casos loscuentos de viajeros habían pintado a tribus tan retrasadas que no podían enánderse sin ay,ldu de gestos, de modo que en la noche tenían orre acercarse a'la lumbie para conversar. Sin embargo, la inJestieación cuidadosa desmintió este cuadro, resultando que grupos, como todos nosottos, empleatran gestos en sü "q,.,.'Ílos pero ooortunidad, 'bien podian comunicarse sin ellos cuando habla faltaban en...
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