Origen Del Mal En Hildebrand

El último apartado de esta obra solemne de Hildebrand corresponde al tema del mal entendido como problema, sus raíces, centros, formas y tipos. En este bloque el autor trata temas como la concupiscencia, el orgullo, la vanidad, la pereza, rebeldía, entre otros. Finaliza con su propuesta y conclusión que concierne al tema de la ética cristiana. En la presente aportación, puntualizaré el culmen dela obra en cuestión.
En el primer capítulo el autor enfatiza en lo que es una mala acción moral, dice que se da cuando se buscan bienes subjetivos satisfactorios, pasando por alto y contradiciendo un bien moralmente distinguido. Continúa señalando que “la fuente del disvalor moral de una acción está en el desprecio o en la ignorancia de un valor moralmente relevante o en la destrucción de un bienmoral relevante” [1] y que la ceguera de estos valores no se debe a falta de dotes naturales, sino que es debido a una actitud de la cual se es responsable personalmente.
Deben estudiarse las raíces del mal para saber cómo la búsqueda de un bien subjetivo y turbio, puede resultar ser especialmente atractivo y deseable para el hombre. Hildebrand asegura que “el orgullo y la concupiscencia son lasraíces del mal moral” [2] ya que contradicen el centro que responde al valor amoroso; por ello se centra en la investigación de la esencia y función de éstos, que constituyen el mal moral.
Se continúa hablando de los tipos de exclusión que se dan en los actos humanos, diciendo que hay diferentes centros en las personas que se van excluyendo para no actualizarse al mismo tiempo. Se dan por loslímites del hombre y por razones lógicas, pero aun así, puede darse el florecimiento del mal moral.
Existe particularmente en la persona, un centro homogéneo que se denomina «centro amoroso y reverente de la respuesta al valor», que contiene el perdón, el amor y el arrepentimiento de una manera inseparable; análogamente existe para el mal otro núcleo que se comparte en dos y se denomina «orgullo»,en el que se encuentra la codicia, la impureza y la pereza, y la «concupiscencia», que se manifiesta en la envidia, el odio, la venganza y la ambición. “Estos síntomas evidencian que en la persona existen distintos centros: uno de ellos es la fuente de todas las actitudes moralmente buenas; los otros dos parece que son el origen de todas las actitudes moralmente malas”. [3] Al término del capítulodetalla que estos centros no se colocan de manera ontológica sino como unidades cualitativas de actitudes fundamentales que conllevan otros muchos actos en la persona.
Posteriormente el autor centra su atención en las formas de coexistencia del bien y del mal en el hombre, rasgos que pertenecen a su misterio y que están muy presentes en diferentes circunstancias. Elenca cinco formas principalesde esta coexistencia benigna y maligna, anticipando que “en la medida en que prevalece la actitud de respuesta al valor, disminuye el orgullo y la concupiscencia”. [4]
El primer tipo es el combatiente, en el que se está en una continua atención a los valores y hay una disposición a someterse a su llamado, aunque no se ha acabado con los centros negativos, sino que están silenciados. Se presentauna continua lucha por dominar lo negativo. El segundo tipo es el inconsciente, que presenta una lasitud entre ambas posturas, puede actuar positiva como negativamente en cualquier situación, sin querer decir que presente una mayor tendencia al mal, “no realiza una toma de postura manifiesta, consciente y definida sobre la cuestión moral”. [5]
El tipo que busca el compromiso es el tercer ejemplo,aquí se evidencia principalmente que son personas que quieren aparecer como honorables, sometiéndose a normas morales sin renunciar a su orgullo y su concupiscencia. Toda su vida es un compromiso, por ello su respuesta no será pura; en general serán decentes y confiables pero no sinceros. El cuarto prototipo es el del idólatra, que se convierte en fanático, celoso e idealista, “su actitud hacia...