ORIGEN EMBRIONARIO DEL SISTEMA INMUNOLOGICO
Páginas: 22 (5287 palabras)
Publicado: 2 de junio de 2013
El maravilloso conjunto de células que, en hábil interacción mutual, defienden el cuerpo ante virus y bacterias tiene su origen en unas cuantas precursoras que aparecen alrededor de las nueve semanas de la concepción. Desde ese momento, las células del sistema inmunitario atraviesan, incesante y repetidamente, ciclos de desarrollo. Las Células madre sobre las que se fundamenta el sistemainmunitario, además de reproducirse a s mismas, originan una gavilla de linajes especializados: células B, macrófagos, células T asesinas, células T coadyuvantes, células T inflamatorias y otras.
Las células del sistema inmunitario no permanecen confinadas en un solo punto, ni están agrupadas para formar un órgano. Son entidades potencialmente móviles, sin ligazón fija con otras células. Esterasgo, decisivo para su funcionamiento, resulta valiosísimo para poder aislar células inmunitarias en condiciones de relativa pureza y en cada estadio de diferenciación, al objeto de determinar las propiedades de las células y construir "árboles genealógicos" celulares, o linajes.
De la información obtenida se benefician quienes se consagran al es estudio del desarrollo y diferenciacióncelular, proceso que comienza con la fecundación del huevo y culmina en el organismo adulto. Y más importante a corto plazo, este conocimiento posibilita el diseño de terapias de enfermedades que surjan cuando las células inmunes no logran desarrollarse normalmente en el feto o se desvíen del patrón de crecimiento en un período posterior de la vida.
El conocimiento actual sobre la formaciónde los componentes del sistema inmunitario difiere, casi de raíz, de cuanto se mantenía hace treinta años. Hoy sabemos que el sistema inmunitario deriva de un número restringido de progenitores en la médula ósea y el timo. Antes de los años sesenta, creíase que todas las clases de células necesarias para una respuesta inmunitaria se producían localmente en órganos linfoides (bazo, apéndice oganglios linfáticos), que se hallan distribuidos por todo el cuerpo. Este escenario empezó a cambiar tras los experimentos realizados con animales y el seguimiento clínico de las enfermedades inmunológicas.
Quizás el episodio precoz que condujo a las teorías contemporáneas sobre el origen de las células inmunitarias fue el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki. Muchas personas expuestas ala radiación liberada por las explosiones murieron, diez o quince días más tarde, de hemorragias internas e infecciones. La experimentación animal para averiguar que habían padecido las victimas revelo que la irradiación corporal total mata las células germinales en los órganos hemopoyéticos y linfoides. Sin las células que permiten la coagulación o combaten a los invasores el cuerpo muere.Se comprobó que el síndrome por irradiación podía tratarse mediante inyección de una muestra de células de médula ósea procedentes de donantes genéticamente idénticos. Experimentos ulteriores demostraron que el tejido sanguíneo y el sistema inmunitario de los ratones repuestos de la radiación procedían de las células inyectadas. Una fracción de la medula osea reconstituida de nuevo en dichosratones irradiados podían, a su vez, salvar a otros ratones expuestos a radiación. No cabía la menor duda que la medula osea contenía células dotadas de una doble capacidad, reproducirse así mismas y diferenciarse en los linajes celulares sanguíneos.
No tardo en observarse que algunas células de la médula ósea originaban descendencia de tipos distintos, aunque no necesariamente todos.Estos progenitores pueden ser definidos por sus notas individuales y por las características de su linaje (todas las células que provienen de un precursor pertenecen al mismo clon). Células de clones diferentes pueden multiplicarse en cultivo para obtener suficientes células en cada estadio de diferenciación y así reanalizarla.
En 1961 Ernest A. McCulloch y James E. Till obtuvieron pruebas...
Las células del sistema inmunitario no permanecen confinadas en un solo punto, ni están agrupadas para formar un órgano. Son entidades potencialmente móviles, sin ligazón fija con otras células. Esterasgo, decisivo para su funcionamiento, resulta valiosísimo para poder aislar células inmunitarias en condiciones de relativa pureza y en cada estadio de diferenciación, al objeto de determinar las propiedades de las células y construir "árboles genealógicos" celulares, o linajes.
De la información obtenida se benefician quienes se consagran al es estudio del desarrollo y diferenciacióncelular, proceso que comienza con la fecundación del huevo y culmina en el organismo adulto. Y más importante a corto plazo, este conocimiento posibilita el diseño de terapias de enfermedades que surjan cuando las células inmunes no logran desarrollarse normalmente en el feto o se desvíen del patrón de crecimiento en un período posterior de la vida.
El conocimiento actual sobre la formaciónde los componentes del sistema inmunitario difiere, casi de raíz, de cuanto se mantenía hace treinta años. Hoy sabemos que el sistema inmunitario deriva de un número restringido de progenitores en la médula ósea y el timo. Antes de los años sesenta, creíase que todas las clases de células necesarias para una respuesta inmunitaria se producían localmente en órganos linfoides (bazo, apéndice oganglios linfáticos), que se hallan distribuidos por todo el cuerpo. Este escenario empezó a cambiar tras los experimentos realizados con animales y el seguimiento clínico de las enfermedades inmunológicas.
Quizás el episodio precoz que condujo a las teorías contemporáneas sobre el origen de las células inmunitarias fue el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki. Muchas personas expuestas ala radiación liberada por las explosiones murieron, diez o quince días más tarde, de hemorragias internas e infecciones. La experimentación animal para averiguar que habían padecido las victimas revelo que la irradiación corporal total mata las células germinales en los órganos hemopoyéticos y linfoides. Sin las células que permiten la coagulación o combaten a los invasores el cuerpo muere.Se comprobó que el síndrome por irradiación podía tratarse mediante inyección de una muestra de células de médula ósea procedentes de donantes genéticamente idénticos. Experimentos ulteriores demostraron que el tejido sanguíneo y el sistema inmunitario de los ratones repuestos de la radiación procedían de las células inyectadas. Una fracción de la medula osea reconstituida de nuevo en dichosratones irradiados podían, a su vez, salvar a otros ratones expuestos a radiación. No cabía la menor duda que la medula osea contenía células dotadas de una doble capacidad, reproducirse así mismas y diferenciarse en los linajes celulares sanguíneos.
No tardo en observarse que algunas células de la médula ósea originaban descendencia de tipos distintos, aunque no necesariamente todos.Estos progenitores pueden ser definidos por sus notas individuales y por las características de su linaje (todas las células que provienen de un precursor pertenecen al mismo clon). Células de clones diferentes pueden multiplicarse en cultivo para obtener suficientes células en cada estadio de diferenciación y así reanalizarla.
En 1961 Ernest A. McCulloch y James E. Till obtuvieron pruebas...
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