oscar
Hay tres paradojas que conciernen al desarrollo sustentable.La primera paradoja es la desproporción que existe - por un lado – entre la popularidad y difusión casi explosiva de este término a partir de 1992, siendo unánime el consenso, y – por el otro lado –su debilidad conceptual y operacional.
Todos los gobiernos e instituciones del mundo sin excepción apoyan este concepto (¿quién osaría estar contra un deseo de durabilidad en el desarrollo, seaeconomista o ecologista, socialista o liberal?).
Además, es un concepto emblemático – una ideología nueva de motivación y de esperanza – de organizaciones no gubernamentales, de partidos políticos yde movimientos populares contestatarios que derivan de tradiciones inspiradas de un cierto anarquismo generoso.
Finalmente, los industriales son los más acérrimos defensores de la utilización deeste término, en parte porque ellos han obtenido resultados concretos en lo que concierne a la compatibilidad entre la protección del medio ambiente y el aumento de la competitividad económica, enparte – por un oportunismo comprensible –dado que se trata de un concepto admirablemente fácil y poco costoso para ser utilizado en el marketing de productos y de la gestión de cualquier empresa.Políticamente correcto
Nada es hoy más “correcto políticamente” que el concepto de desarrollo sustentable, y cuidado a aquél que se anime a emitir dudas, por más constructivas que sean, sobre su...
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