Otatitlán El Cristo Negro

Breve estudio sobre el Cristo Negro de Otatitlán. Mito y tradición.
Dan Jezreel Esqueda Huerta
E.E. Método y Técnicas de la Historia
Dr. Juan Ortíz Escamilla
Noviembre 4, 2014
Este breve trabajo se centralizará en estudiar uno de los 253 santuarios existentes en México, el cual es el dedicado al Cristo Negro, de Otatitlán. Pueblo ribereño del bajo Papaloapan y perteneciente al estado deVeracruz. Lugar cuyo santuario es uno de los más importantes en la costa del Golfo de México. En él se venera la imagen de Cristo crucificado, llamado popularmente Señor de Otatitlán, Señor Santuario o bien, por su color obscuro, Cristo Negro de Otatitlán como mencionamos inicialmente1. Igualmente se pretende dar un esbozo del desarrollo del mismo pueblo de Otatitlán, su ubicación, característicasgeográficas - demográficas, el mito perteneciente al Cristo Negro y las festividades como tradición de ésta localidad ya muy reconocida en el estado y país dentro del ámbito religioso.
Comenzamos entonces por ubicar y describir regionalmente a Otatitlán, como lo hacíamos inicialmente. En la ribera derecha del río Papaloapan y al sur de la llanura sotaventina, casi en la porción central de lacuenca de dicho río, se localiza Otatitlán, Veracruz, cabecera del municipio del mismo nombre. Sus límites municipales colindan con los municipios de Tlacojalpan y Tuxtilla, pertenecientes a la entidad veracruzana; al sur con el estado de Oaxaca; al este con Loma Bonita, Oaxaca y al oeste con el municipio de Cosamaloapan, Veracruz. Otatitlán se extiende orgulloso en el espacio ribereño del Papaloapan.De su centro emerge el templo cuya cúpula, cubierta con mosaico de color negro y amarillo, es visible desde varios kilómetros a la redonda. Los rasgos característicos del templo o santuario recrean una dimensión territorial simbólico-religiosa; así, el pueblo se ofrece a la vista del visitante como un lugar apacible y pintoresco.2 El Otatitlán prehispánico era un pueblo de confluenciasculturales, de asiento y tránsito comercial, en donde los pochtecas tomaban cargadores o tamemes para las grandes caminatas que les imponía su actividad mercantil; Otatitlán era el santuario de Yiacatecutli, el santuario de los mercaderes y cargadores. En este espacio se escenificaría uno de los sincretismos mejor logrados entre deidades indígenas y cristianas: el dios de color obscuro de los mercaderesYiacatecutli al ser reinterpretado quedó convertido en el Señor Santuario, en el Cristo Negro crucificado de Otatitlán. A través del tiempo el acontecimiento marcado por el mito del ‘Cristo Negro’ trajo consigo el remplazo del santuario del dios prehispánico Yiacatecutli, Señor de la Partida o de la Salida, por la creación del santuario español-católico del Señor de Otatitlán, Cristo Negrocrucificado. Desde entonces, Otatitlán es escenario sacralizado por la religiosidad católica emanada de la diversidad de creyentes que ahí se congregan.3 Es por eso que la religiosidad católica popular presenta una compleja manifestación de fe, cuya virtud remite a diversas dimensiones simbólicas que son producto de los propios actores sociales, que son producto de los propios actores sociales, que a la vezinfluyen y orientan la actividad individual y colectiva de los hombres creando organizaciones que van desde lo familiar hasta lo institucional. De ahí que el catolicismo popular tenga constantes culturales y religiosas, así como una base que posee dinamismo e impulsa la capacidad auto-evangelizadora. Hay ocasiones en que manifestaciones religiosas como la fiesta, el manejo y consumo de ciertosalimentos, la conducta ante la vida afectiva o la forma de rendir culto a un santo, se muestra como particularidad local; simplemente un fenómeno regional localizado. Así mismo en todas las religiones existe un lugar central, un punto de confluencia que es el espacio santo por excelencia, de donde irradia la fe y hacia la cual los creyentes tienen el templo supremo de reunión.4
Entre los...