pa que se acabe la vaina
Cada colombiano tiene que decir su verdad.
Y sólo cuando toda verdad pueda ser dicha, cuando dejemos de estar encerrados en la verdad ajena,aprenderemos otra vez a polemizar sin matarnos, y le habremos dado su sentido al grito musical de Emiliano Zuleta que recorre a Colombia hace setenta años y que le da su nombre a este libro.Algo está cambiandoen Colombia.
Después de siglos de repeticiones, donde una cultura, un pueblo y un territorio fueron persistentemente borrados y ninguneados por poderes arrogantes, una realidad enorme estáemergiendo, un pueblo desconocido está descubriendo su propia existencia, un territorio está brotando a la luz.
Tarde o temprano lo que era guerra aprenderá a ser diálogo, lo que era violencia aprenderá aser exigencia y reclamo, lo que era silencio podrá convertirse en relato.
¿A quién dirige Ospina los versos de este tradicional vallenato? Seguramente a todos los males que han aquejado a estepaís, la violencia, la corrupción, la discriminación y, en general, la falta de oportunidades que enfrentan todos los colombianos. Para William Ospina la salvación de esta nación depende de que seamosconscientes de nuestra historia, de esa historia que no nos cuentan en los colegios, la verdadera historia. Es necesario darnos cuenta de la riqueza cultural que tenían nuestros indígenas cuando seimpuso la dominación española; darnos cuenta de que la independencia conquistada por Simón Bolívar fue un gran avance, pero privilegió principalmente a la población blanca e ilustrada del país, y dejo delado a los indígenas, a los afrodesendientes y a la pluralidad interracial; ser conscientes de que nuestros gobernantes, pertenecientes a las clases altas, nunca se han preocupado por buscar un ordensocial igualitario, que permita crear una identidad nacional, lejos de eso se han empeñado en admirar e imitar las economías de otros países, con resultados nada afortunados.
Ospina se detiene...
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