Padre damián de molokai

Padre Damián: Símbolo valioso, en la transmisión de la fe y rechazo a la exclusión

El propósito que me mueve a escribir acerca del Padre Damián, llamado el “leproso voluntario” es su vida,luminosa por sí misma, testimonio de fe, esperanza y compasión. A los 33 años, este valiente sacerdote, viajó a la isla de Molokai, lugar de reclusión de los leprosos, donde vivían sin las mínimascondiciones de desarrollo y morían en el olvido. El futuro santo permaneció allí por 16 años hasta el momento de su muerte.

Se inclinó sobre aquellos que la enfermedad había arrojado al borde del camino.Auxilió a los últimos y más olvidados, a los más pobres, a los más enfermos, a los más abandonados y aún repulsivos. Desde su llegada a la isla de la muerte, el Padre Damián quedó impresionado por eldolor, el pesimismo, la amargura, de esa gente condenada a un infierno en vida. Eran personas sin esperanza a quien él se entregó por entero, para soportarlos, servirlos, amarlos como hermanos e hijosmuy queridos.

De hecho, su vida fue ejemplo de desprendimiento total. Dejó todo y se fue al otro extremo del mundo, para llegar a vivir en tierra extraña, Y allí hundir su vida en un mundo enfermode un mal repugnante en que literalmente las personas se van pudriendo en vida. Si ya todo eso era enorme, fue aún más el contraer la lepra y continuar prestando a duras penas su servicio ministerial,siendo ya como un cuerpo muerto, tempranamente envejecido, hasta dar su último suspiro. Su amor por Cristo era tan grande que una vez dijo: “Sé que voy a un perpetuo destierro, y que tarde o tempranome contagiaré de la lepra, pero ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo”.

El padre Damián vino a un mundo que no era el suyo. No necesitaba de esa gente, más bien era esagente la que necesitaba de él. No era un enfermo desde el comienzo, se enfermó por solidaridad. No adoptó ninguna precaución, bondadoso por naturaleza, nunca impidió a los leprosos que entraran a la...