Padre eduardo roldan uribe
1872-1846
Inspirados en un sincero humanismo que ha sido siempre norma de la Revista, publicamos esta noticia biográfica que muestra las hermosas facetas que pueden hallarse en un sacerdote pobre y enfermo.
Nacido en Amalfi el cinco da septiembre de 1872, de una familia pobre y llena de méritos, empezó a luchar contra las inclemencias del tiempo y losdesastres de su fortuna que, escasa, no le dejó, al morir sus padres, sino pesares que sobrellevó, no con angustia, sino con heroica resignación de cristiano convencido. Así llevó coa valor la honda pena de ver a su padre trabajando en un banco de carpintería, colocado junto al poste en donde estaba amarrada su madre loca, y soportó, como a su vocación convenía, la orfandad que le privó de los consejosde su padre Alejandro, en 1883, antes de enfrentarse a la vida que para él traía un séquito de sufrimientos como raras veces se ve en las almas.
Encalleció sus manos en el trabajo del campo, hasta que con su morral a la espalda emprendió el camino de la ciudad de Antioquia en persecución de un altísimo ideal que le llenaba el alma de sublimes encantos. Fue el depositario de los sabios consejosde aquellos beneméritos varones eudistas que desde un principio dirigieron el seminario de la ciudad episcopal, y bajo cuya dirección y acertado criterio subió a la cima del sacerdocio, engrandecida su labor con el trabajo de las minas a las que se dedicaba en vacaciones para conseguir un escaso jornal con que pudiera hacer frente a los gastos como seminarista. Todavía se mantiene vivo el recuerdode aquel año terrible en el que trabajando en una fábrica de panela resbaló por el suelo mientras llevaba sobre sus hombros un fardo de bagazo, y fue a caer en un fondo de miel, del que le sacaron sus compañeros, casi desvanecido, para prestarle los primeros auxilios. Apenas repuesto emprendió viaje al seminario, porque para él todo era nada, menos su ideal de sacerdocio. Despuntaba ya el celo deque había de hacer gala en su larga y meritoria vida sacerdotal.
En el seminario estuvo encargado de la enfermería y mostró cuál corazón compasivo le había dado la Divina-Providencia, y de qué manera iba a condolerse de los dolores humanos, Vivió, pues, con escasa salud, luchando contra sus propios dolores y los ajenos,, hasta el día en que por la vacante de la sede de Antioquia, recibió demanos del Excmo. Señor Caycedo la unción sacerdotal. Cabe aquí lo que con cariño contaba el P. Roldán, de sus compañeros de ordenación que se ingeniaron por conseguirle de espontánea voluntad una bestia, para que desde Antioquia viniera a cantar su primera misa en esta ciudad. Siempre conservó fresco el recuerdo de este rasgo generoso de quienes le amaron intensamente, porque quizás vieron, con esavisión que da la caridad cristiana, que el P. Roldán había de ser un amigo sincero, un leal compañero de sacerdocio y un hombre de abnegación sin límites, en quien el beneficio recibido despertaría el más 5beüo anhelo de hacer la caridad por todas partes y a todos los hombres.
Ordenado sacerdote, otro fue su ideal y otras sus actividades, pero siempre en consecuencia con sus aspiraciones y susconocimientos. Diez y seis meses vivió en su tierra natal y sembró semilla de abundante cosecha: treinta años más tarde podría recoger sus frutos, cuando la Providencia lo trajera a purificar su alma de las delincuencias de la vida y a trillar el camino para que otras, pudieran seguirle en su ascensión sublime.
Pasó a Carolina y de allí tras corta estadía, a Anorí, en donde ejerció un apostoladolleno de celo, no tanto en la cabecera cuanto en las orillas del Río. Cruces de Cáceres le vio entregado a la magna obra de la evangelización en la que perdió su salud, ya minada, y aprendió lo que es la lucha en tierra ingrata, y con almas que por sus vicios se alejan de Dios y miran al sacerdote como ser extraño.
Volvió entonces a Amalfi: quería ver un poco por su salud y recuperar un...
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