Padre Nuestro



Se puede calificar sin lugar a dudas como la más emblemática y conocida oración de toda la humanidad a través de todos los tiempos, El Padre Nuestro, la memorable oración que a petición de sus discípulos Jesús enseñara. Recitada por los niños de cualquier corriente religiosa del cristianismo, el Padre Nuestro, es un recurso al que muchos hemos apelado ante situaciones y circunstanciasadversas con tal de recibir el auxilio Divino ante nuestra suplica, que en muchos casos se centra en un círculo repetitivo que la convierte en un simple rezo.
Sin embargo, una mirada introspectiva y escrutadora a cada una de sus frases, dentro del contexto bíblico, nos llevarán a concluir, que el Padre Nuestro es mucho más que un simple rezo, una poética oración con la cual pretendemos mover el Tronode Dios, para obtener su favor y oportuno socorro en medio de la adversidad. Consideremos cada una de las accesiones de sus infalibles e incontrovertibles frases:
Vosotros, pues, oraréis así:

“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Yperdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”. Mateo 6:9-13

Padre nuestro…: Esta sucinta frase tiene una implicación tan profunda que de la misma podríamos escribir todo un libro basada solamente en ella. Lo primero a entender esal auditorio al cual Cristo se está dirigiendo, aunque en Mateo esta dicha dentro del contexto del más largo discurso expuesto por el Señor, es a saber, el Sermón del Monte, de manera personal, los discípulos le pidieron al Señor que les enseñara a orar, así como Juan a sus discípulos, y Jesús los remitió a esta profunda oración. Así, que al Cristo indicarles a ellos que oraran así “Padrenuestro”, se lo está demandando a personas que como dijera Pedro, “lo hemos dejado todo, y te hemos seguido” (Mat. 19:27). Si nos dirigimos a Dios como nuestro Padre, entonces es porque hemos alcanzado la categoría de hijo; sin embargo, llegar a ser considerado como un hijo de Dios, no es ni siquiera al mero hecho de un día, quizás, incluso, bajo un estado de emoción, y no de convicción, levantamosnuestras manos en señal de que aceptábamos a Jesús en nuestras vidas.
La Biblia es muy precisa al señalar cuáles son los que pueden llegar a enmarcarse dentro de esa condición de ser considerado hijo, una declaración que no parte ni siquiera de aquel que desea serlo, sino de Dios mismo que es el que nos da tal potestad. Dice Juan () que a los que le recibieron, a los que creen en su Nombre “les diopotestad de ser hecho hijos de Dios, a los que creen en su Nombre”, para luego aclarar, que no son a aquellos que por el simple hecho de un día haber dado el sí a Jesús, se proclaman así mismo hijos de Dios, sino que son a aquellos que “no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”. Esto, entra en contraposición a lo planteado por el apóstol másarriba que a los suyos vino, pero los suyos no le recibieron, es decir, que ser hijo o ser considerado como hijo, es aquel que hace el compromiso solemne e irreversible de seguirle para obedecer a todas las prerrogativas del Evangelio.

La misma Palabra plantea (Juan 6:52-67) que muchos llegaron a seguir a Cristo, y los llama, incluso, discípulos, y de los que habían creído en El; sin embargo, enla medida en que Jesús avanzaba en su doctrina exponencial de su Evangelio, llegaron a un punto en que alarmados esos “discípulos” exclamaron, “dura es esta palabra, ¿Quién la puede oír?”, para al final revelarse el verdadero carácter y la malsana intención de aquellos que “habían creído”, cuando “desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él” (vers. 66). Pero...