PADRE VICENTE, DIARIO DE UN CURA DE BARRIO EL RELOJ A PLAZOS

Páginas: 10 (2459 palabras) Publicado: 14 de septiembre de 2013

PADRE VICENTE, DIARIO DE UN CURA DE BARRIO

EL RELOJ A PLAZOS
PADRE VICENTE — (RELATA) Julio, viernes 7. En las casas, cuando no se descompone una cosa se descompone otra. Hace días que el timbre de casa no funciona. Visto que mi escasa ciencia no acertaba con el desperfecto, como siempre en esos casos, acudí a los buenos oficios de Nacho, que es tan hábil y tan servicial. Le mandé avisarsi podía pasar por casa a revisar la instalación del timbre. Me hizo contestar —cosa rara en él— que estaba con mucho trabajo... que pasaría cuando pudiera....
PADRE VICENTE — (RELATA) Julio, martes 18. Sigo sin timbre. Nacho me falló: no vino. Hasta que hoy me lo encontré por la calle y, como al pasar le recordé su promesa incumplida y que yo seguía esperándolo.
NACHO —Vea, padre, me va adisculpar, pero ya veo que no le voy a poder cumplir. Ando muy ocupado, con mucho trabajo ¿sabe? Va a ser mejor que llame a un electricista. Claro, le va a cobrar, no lo hará gratis como yo. Pero yo... lo siento mucho pero no puedo.
PADRE VICENTE —Sí, claro, comprendo. Perdona, no sabía que estás tan ocupado. Como antes siempre me hacías esos arreglitos en casa, había tomado la mala costumbre de acudirsiempre a ti.
NACHO —No solo usted, todos los vecinos. Que la plancha, que la cocinilla, que un fusible... Y yo, con todo gusto. Pero ahora las cosas son distintas. Los tiempos han cambiado.

PADRE VICENTE — (RELATA) Nerviosamente, miró su vistoso reloj pulsera calendario. Y, mirando más al reloj que a mí, siguió hablando.
NACHO — Las 6 y 23. ¿Sabe lo que ocurre, padre? Que además de mitrabajo en el taller de soldadura autógena, he tenido que tomar otros trabajitos extras. Con un empleo solo, no me alcanzaba para todos mis gastos. Y hacer favores está bien, pero la caridad bien entendida empieza por casa, ¿verdad? Uno tiene que pensar primero en uno mismo, después en los demás.
PADRE VICENTE —Estás en tu derecho, Nacho; pero...
NACHO —Ya le digo, padre. Los tiempos han cambiado.Ahora trabajo para mí. Y cobro. Necesito, ¿sabe? Y me va a perdonar, pero estoy de prisa.

PADRE VICENTE — (RELATA) Volvió a mirar otra vez su llamativo reloj, y se alejó. Me quedé con las ganas de preguntarle: ¿Son los tiempos los que cambiaron... o eres tú el que cambiaste, Nacho? Qué cambio tan grande. Antes, siempre tan dispuesto, tan desinteresado, tan servicial. Ni hacía falta pedirle. Elmismo se ofrecía...
NACHO — ¡Qué va a andar pagando electricista! Yo se lo arreglo con todo gusto...
PADRE VICENTE —Y, justamente por ser así, un muchacho tan querido en el barrio, el amigo de los niños, de todo el mundo... ¿Qué te ha pasado, Nacho? ¿Por qué ese cambio tan grande y tan de golpe? ¿A qué podía deberse? Me quedé pensando, y de pronto me acordé de un episodio en la fonda de donRómulo. Fue meses atrás; en aquel momento no le di mayor importancia, tanto que ni lo anoté en mi diario. Justamente fue el día en que Nacho pasó a ser dueño de su famoso reloj. Yo estaba almorzando y Nacho sentado a mi mesa, cuando apareció Lucky.
Morning, muchachos. Este... hoy tengo algo sen-sa-cional. Un reloj que es la locura.
PADRE VICENTE — (RELATA) Qué tipo que no trago, ese Lucky.Todos lo llaman así, Lucky; no se cuál es su verdadero nombre. Tampoco sé de dónde saca para vestir siempre ropa tan llamativa de última moda... para tanto nylon, tanta corbata chillona con traba de oro, tanto anillo de rubíes, tanto cigarrillo importado de los largos. Debe darle sus buenas ganancias su negocio de ventas a plazos.
LUCKY —Miren, boys, miren qué reloj. Automático. Con doble calendario,¿ven? Indica el día de la semana y la fecha del mes. Máquina 25 rubíes, Waterproof. Antichoc. ¿Quiere verlo, padre Vicente?
PADRE VICENTE —No, muchas gracias.
NACHO —A ver, a ver... (ADMIRANDO) ¡Qué reloj bárbaro!
LUCKY — ¿Te gusta, Nacho?
NACHO — ¡Si me gustará! Pero no es para mí. Debe costar un kilo de plata.
LUCKY —Pero con facilidades. Te lo puedo dar a 20 meses. Toma, póntelo....
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Las Plazas De Mi Barrio
  • La Plaza De Mi Barrio
  • El Diario De Un Padre
  • Historia del barrio san vicente
  • UNIDAD DIDACTICA LAs PLAZAS DE MI BARRIO
  • La Plaza De Mi Jardin y De Mi Barrio
  • Proyecto la plaza del barrio
  • La Historia Del Padre Vicente

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS