Padres y madres del desierto
Padres y Madres del Desierto
Un día el santo Padre Antonio, mientras estaba sentado en el desierto, fue presa del desaliento y de densa tiniebla de pensamientos. Y decía a Dios : "Oh Señor!. Yoquiero salvarme, pero los pensamientos me lo impiden. ¿Qué puedo hacer en mi aflicción?.” Entonces, asomándose un poco, Antonio ve a otro como él, que está sentado y trabaja, después interrumpe eltrabajo, se pone en pie y ora, después se sienta de nuevo y se pone a trenzar cuerdas, y después se levanta de nuevo y ora. Era un ángel del Señor, enviado para corregir a Antonio y darle fuerza. Y oyóal Angel que decía: “Haz así y serás salvo”. Al oir aquellas palabras, cobró gran alegría y aliento: así hizo y se salvó.
Dijo Antonio: “Nadie, si no es tentado, puede entrar en el Reino de losCielos; de hecho, quita las tentaciones (dificultades), y nadie se salva”.
Dijo el Padre Antonio: "Vi tendidas sobre la Tierra todas las redes del Maligno, y dije gimiendo:- ¿quién podrá escapar deellas?. Y oí una voz que me dijo: - La humildad.
El abad Casiano dijo: «El abad Moisés nos ha enseñado esto: "Es bueno no ocultar los pensamientos, sino descubrirlos a los Padres espirituales quetienen discernimiento de espíritu, pero no a los que sólo son ancianos por la edad. Porque muchos monjes, que fiándose solamente de la edad manifestaron sus pensamientos a quienes no tenían experiencia,en vez de consuelo encontraron desesperación"».
Uno preguntó al abad Siro de Alejandría sobre los pensamientos impuros. Y él le respondió: «Si no tuvieses estos pensamientos no habría esperanzapara ti, pues si no tienes pensamientos es porque cometes actos impuros. Me explico: "Si uno no lucha de pensamiento contra el pecado y no se opone a ellos con todas sus fuerzas, peca con su cuerpo. Elque peca con su cuerpo no sufre molestias de sus pensamientos"»
Decía el abad Pastor: «Como el guardaespaldas está junto al príncipe, preparado para cualquier eventualidad, así también conviene...
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