Pajaro Bleichmar
dos veces
Silvia Bleichmar
* Psicoanalista. Extractos de un artfculo
publicado en Topia Revista.
De Pagina/12 Jueves 8 de Junio de 1995
Me introduzco en un aparato de realidad virtual. A través del casco veo que estoy suspendida en una plataforma en medio del espacio. Comienzo a activar el botón superior de la pistola que permite que avance; las imágenes cambian, medesplazo a una velocidad inadecuada, caigo al vacío. Mi estómago cae junto con la imagen; siento vértigo. Un pájaro gigantesco viene a buscarme, intento dispararle con el botón que mi dedo índice aprieta. Lo hago en forma recta, es inadecuado. El pájaro me levanta y mi imagen ‑yo misma‑ se despedaza en medio del espacio. He perdido dimensión del tiempo, pero a los tres minutos, exactos, suena el finaldel juego. Un jovencito ‑remera, jeans, chicle, arito‑ me quita el casco y descubro que estoy empapada en sudor. Me dice: "¿Jodido, no?" Yo, desde mi código, respondo: "Lo toleré bastante bien ‑me refiero a mi angustia, palpitaciones, sensación de vacío, ¡sáquenme de aquí !‑, me mira condescendiente, y agrega: "Bueno, al pájaro no le dio". Son dos códigos: para él la cuestión pasa por ganar eljuego, darle al pájaro, aumentar el score.
Dos días después, Agustín, de 12 años, me espeta en su sesión de análisis: "En los flippers hay un juego. Te subís y te ponen un casco, es como si estuvieras dentro de una plataforma". Le pregunto, más curiosidad personal que indagación del inconsciente: "¿Lo probaste?". "Sí ‑respondió‑, le di dos veces al pájaro." "¿Y qué sentiste?" ‑arremeto. "Nada, estárebueno"...Y vuelve a sus cosas: "Silvia, cuando vos eras chica, ¿te pegaban tus hermanos?"
¿A qué mutaciones de la subjetividad nos someten las nuevas tecnologías? ¿Cuáles son sus alcances? ¿Hasta dónde se expresan ya, hoy, transformaciones en los niños y adolescentes de este fin de siglo que vivimos? He escuchado a algunos nostalgiosos, apocalípticos, preconizar el fin de los modos desubjetividad que conocemos. No lo hacen de modo descriptivo, curioso, exploratorio. Se lamentan amargamente del fin de una historia ‑nuestra historia‑. Atacan las computadoras, los videogames, las redes informáticas... Los argumentos son, a veces, lamentables: ¿cuánto tiempo pierden los niños jugando con el family‑game? Siento deseos de responder: ¿Cuánto tiempo perdió nuestra generación jugando a lalotería con la abuela, al balero, al estanciero ‑ese cartón en el cual acumulábamos tierras que nunca poseeríamos, en un mundo que se encaminaba aceleradamente hacia el reemplazo de la riqueza natural por la riqueza tecnológica?
Vayamos a las cuestiones centrales. ¿Cambian los modos de percepción de la realidad a partir de la transformación que las nuevas formas de organización de lainformación imponen? En Navegaciones Aníbal Ford se enfrenta a los conflictos y paradigmas de nuestra época: "Estamos ante una memoria de conflictos cognitivos y culturales que se plantearon durante los comienzos de nuestra modernidad. Pero no haciendo historia o arqueología. Los problemas de la oralidad, de la narración y de la comunicación no verbal (mediatizados o no por la electrónica) están, en síy en sus conflictos y relaciones con la escritura y la argumentación, en el centro de los procesos de construcción de sentido de nuestra cultura. Y esto no es ajeno al modelo cognitivo que impulsó esa modernidad, hoy en crisis y deterioro".
Lo narrativo ocupa en esto un lugar central. «EI hombre lucha para poder seguir narrando, y para recordar mediante narraciones, para no someterse a laescritura tal cual ésta era o es manejada por el Estado moderno, para ejercitar y valorar su percepción."
Agustín me ha preguntado en su sesión de análisis si "en mis tiempos los hermanos también se pegaban". Pasa de la realidad virtual a la búsqueda de la transmisión oral bajo los mismos modos que sus antepasados podrían haberlo hecho cuando de recuperar la historia ancestral se trataba. No...
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