Palabras de graduacion
- Emmett, ¿me estas escuchando?
Emmett fijó la mirada en su hermana, que lo miraba preocupada y quizás con un poco de lástima. Habían pasado dos semanas desde que rompió su compromiso con Rosalie, su novia de siempre, y aquella noche era la fiesta de Halloween que año a año los Cullen organizaban con tanto esfuerzo y ella no estaba a su lado.
- ¿Estás bien? - preguntó Alice con una suavesonrisa
- Estoy bien, Alice. En serio. Deja de preocuparte. Eres peor que mamá.
- Lo hago porque te quiero y no me gusta verte así - dijo abrazándolo fuertemente - porque… es por Rosalie que estas así ¿cierto? Puedes confiar en mí.
Emmett suspiró profundamente. Era difícil contestar a algo así, sobre todo cuando no podía ser sincero. Cuando no podía decir la verdad. Alice se soltó suavemente delabrazo y volvió a mirar a su hermano.
- No quiero hablar del tema, Alice – dijo negando con la cabeza.
- ¿Has hablado con ella?
- Hablo en serio, Alice. Déjalo – respondió tajante y suavizó un poco su expresión - Además, esto es una fiesta ¿no?
- Pues si – dijo Alice riendo – Es una fiesta. Y debo decir que luces bastante bien de negro.
- Tu también. Te ves hermosa e hiciste un gran trabajocon la casa, enana.
Cada año, Alice se encargaba de decorar y establecer el tema en base al cual se centraría la fiesta. Según la menor de los Cullen, esa noche debían conectarse con el "lado oscuro" por lo que este año el tema central de la fiesta fue la Oscuridad y la mansión Cullen se había transformado en algo profundamente tétrico y siniestro iluminado solo con el débil fulgor de las velas.Los invitados, por su parte, iban vestidos solo con ropa negra. Ningún otro color era permitido argumentando que usar disfraces era muy común y repetido.
- ¡No puedo creerlo! – exclamó Alice, sacándolo de sus pensamientos – ¡al fin me hace caso! ¡Está usando el vestido que le regalé!
Siguió la mirada de Alice y sus ojos se posaron en la mujer que rompió todos sus esquemas. La mujer que jamás seríapara él. La mujer que deseaba. La mujer de su hermano. Bella.
Venía bajando las escaleras con un vestido negro corto y ajustado que revelaba el esplendor de sus piernas. Esas piernas que moría por recorrer. Y un escote que incitaba a devorar sus pechos. Apartó la mirada y tomó el resto de su trago de un golpe tratando de tragar también su deseo.
No podía seguir así. Ese deseo lo consumía. Alprincipio, pensaba que solo era una atracción, después de todo, Bella era hermosa. Pero luego, su cercanía, su personalidad, su belleza y sensualidad lo volvieron loco.
Emmett trató de ahogar todos aquellos deseos con Rosalie, pero cada vez que estaban en la cama el rostro de Bella aparecía atormentándolo, llevándolo incluso a hacer de su relación con Rosalie insostenible y se vio en la obligaciónde romper con ella. Pensaba también en su hermano, Edward, tratando así apagar toda llama de deseo. Pero no podía evitarlo. La quería. Y la tendría, sobre todo después de verla con ese vestido.
- ¿Estás bien, Bella? - preguntó Alice cuando Bella llegó a su lado.
- Claro – dijo sonriendo apenas – es solo que no sé como sobreviviré con estos zapatos. Realmente quieres que me mate.
- Exagerada –dijo Alice sacándole la lengua – Además, son perfectos para luego ir a pedir dulces…
- ¡QUE! – gritaron él y Bella al mismo tiempo
- ¡Es Halloween! – dijo rodando los ojos – ¿qué esperaban? ¡Es la tradición!
- Te recuerdo, querida hermana, que tengo 32 años - dijo Emmett lo más serio posible – no estoy para esos juegos – rió un poco y acotó – y si somos honestos, tu tampoco.
- Pero soy muchomás joven que tu, hermanito – sonrió sacándole la lengua como niña chica – y no olvides que también, soy un milagro.
Emmett no pudo evitar rodar los ojos por ese último comentario de su hermana. Carlisle y Esme, sus padres, después de tenerlo él, trataron por mucho tiempo de darle un hermano. Sin embargo, los años pasaban y no lo conseguían. Finalmente se rindieron y dedicaron todo su amor a su...
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