Palabras De Quince Años
El cielo está esperando para habitarnos. El trabajo de los círculos superiores está listo esperando que el ser humano genere un espacio en donde descender. Nuestro Ser Superior no puede manifestarse hasta que la personalidad haga el trabajocorrespondiente. Y este trabajo necesita el silencio como base para desarrollarse.
El trabajo discipular es como el trabajo de un escultor. Va sacando de la piedra aquello que le sobra para revelar la escultura que, en nuestro caso, es el rostro de luz de nuestra alma. Vivimos pensando que nos falta algo cuando lo que sucede es que nos sobran pensamientos, palabras, objetos, movimientos...
El objetivo dela meditación es lograr un silencio interno y una paz tan profunda que podamos unirnos a nuestro ser Superior, la quintaesencia de Dios mismo y entonces, participar en la vida del cosmos, nuestro verdadero hogar. La Tierra viaja por el espacio etérico, y nosotros, sus habitantes, recorremos senderos de estrellas.
La realidad del Cosmos es un imán que ha guiado mi vida. Recuerdo lo que sentíacuando niña, allá en Puerto Rico, al mirar las estrellas. Era un gozo casi físico, porque me desplazaba y mi mente creaba hermosas fantasías. Creo que esto fue lo que me hizo ser una niña ausente, silenciosa. Lo fui perdiendo a medida que fui creciendo, quizás porque las luces de las ciudades ocultan las estrellas, quizás porque el sentido de asombro de la niñez se pierde de adulto, no lo sé...pero seme quedó en el alma el recuerdo imborrable de ese desplazarme en el cosmos, de ese fluir libre, libre... Ahora me doy cuenta que fueron mis meditaciones infantiles, porque el silencio que se logra en la meditación permite ese desplazamiento, ese circular libre, tan parecido a aquellas sensaciones de la niñez, nostalgias cósmicas que quedan grabadas en el alma humana.
Somos seres cósmicos,solares, sumergidos en un mar de tejidos, huesos, instintos, emociones y pensamientos que nos ocultan de nosotros mismos. Nuestra conciencia se fragmenta entre océanos de nombres, detalles, personajes de la vida material. Vamos en pos de lo divino a través de los detalles, de lo externo, de la personalidad del Maestro que nos guía, sin darnos cuenta que lo que necesitamos es un silencio profundo paraencontrarnos a nosotros mismos como la Conciencia Maestra que todo lo abarca y que habita en la unidad de la vida. Que lo más importante que el Maestro nos da es el profundo campo de neutralidad que se forma a su alrededor cuando nos otorga el regalo de su presencia y nos auspicia para que podamos lograr el contacto interno.
Y nosotros hablamos, hablamos, hablamos... y esperamos que nos hablen.Parece que es obligación hablar cuando nos juntamos porque no sabemos compartir el silencio. Recuerdo una vez que fuimos a visitar a un ser muy especial cuya práctica espiritual contempla el silencio y la vigilia como pilares fundamentales. Y uno de los compañeros del grupo no paró de hablar. Habló y habló de cosas sin importancia porque no comprendió que estábamos allí para compartir el silencio y deesta manera, poder comunicarnos desde el alma.... Confieso que hasta visualicé una mano color violeta que le tapaba la boca a ver si se callaba pero no funcionó. Fue una oportunidad perdida que todavía lamento...
Vivimos una vida tan ruidosa que necesitamos, de tanto en tanto, hacer retiros, convivencias, en sitios de paz y silencio. Si tomamos conciencia que, cómo humanidad, somos el centro...
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