Palabras envenenadas

El duende del caserío de Sumanique
Era una mañana cualquiera, nublada y con mucho frío; de esas que quisieras quedarte en cama todo el día. El desayuno esperaba, las tortillas aún calientes y loque nunca faltaba era la leche. Yo sufría para levantarme y mi mamá al rato me gritaba. Al terminar el desayuno cogía mis cosas y partía a la escuela.
La escuela era pequeña, no tenía muchas aulas,pero era muy acogedora y tenía un jardín.
El silbato sonaba siempre a las siete de la mañana y si no estábamos ya no dejaban entrar. Lo bueno de la escuela era que podíamos aprender y estar con losamigos. Yo era siempre el primero en llegar, luego llegaban mis amigos: Edu, el chato; Jorge, el flaco y Junior, el chino, vivían cerca a mi casa y siempre llegaban tarde, éramos como hermanos yesperábamos el recreo para jugar una pichanga contra chicos de otros salones, lo malo era que solo duraba diez minutos. Antes de entrar a clase dejábamos la pelota en un escondite secreto. No veíamos la horade salida para terminar el partido pendiente, para nosotros era una final de las grandes ligas, nos encantaba el futbol y ese día ganamos el partido. Al terminar de jugar fuimos camino a casa, puesnosotros vivíamos en Sumanique, un lugar campestre, con abundantes árboles.
Ya era tarde, el cielo seguía nublado y hacía mucho frío. Siempre cantábamos, caminamos mucho y decidimos descansar un poco,aprovechamos en comer las frutas de los árboles.
Jorge era muy bueno para narrar cuentos de terror y esa tarde nos contó su mejor historia y tuvimos un poco de miedo pero Junior fue el que más temortenía tanto que se levantó y dijo que tenía hambre y que quería ir a su casa y entonces caminó unos cuantos metros y tuvimos que seguirlo, no podíamos dejarlo solo .
Nosotros sabíamos perfectamenteel camino de regreso a casa, pero ese día las cosas estaban raras, el aire movía los cañaverales y se oía un ruido de terror, seguimos caminando pero escuchamos un silbido como un chillido, no...