Palabras para las cosas que te pasan

PALABRAS PARA LAS COSAS QUE TE PASAN
UNA APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA A LA CATEGORÍA DE LITERATURA JUVENIL

Ponencia presentada en el marco del 12.º Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro: Leer, inquieta, Buenos Aires, 2009
Publicada en: Revista Novedades Educativas 228/229, Buenos Aires, Diciembre 2009 / Enero 2010

Martín Broide
mbroide@gmail.com

I.
En elinvierno del año 2007, partí hacia la provincia de Corrientes, durante una semana, para comenzar a construir un campo de investigación en torno a las prácticas de lectura literaria no tradicionales. Sin un plan estrictamente preconcebido, sino ensayando diferentes búsquedas, ese viaje fue tomando la forma de un mosaico variado y heterogéneo, con una gran diversidad de escenas que, si bien no mepermitieron, en ese momento, plasmar mi objetivo principal, dejaron en mis manos un material incompleto y rico, seductor, en movimiento. De una de esas escenas quiero partir para presentar esta ponencia, que es adelanto de un trabajo más amplio, de una tesis de licenciatura de la carrera de Antropología Social, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
El escenario es la laguna de Mburucuyá, a unospocos kilómetros de Corrientes Capital. Había ido hacia allá siguiendo la pista de las relaciones entre literatura y chamamé, pero el día había sido menos fructífero de lo que esperaba. Así que, al atardecer, me fui hasta la orilla de la laguna, me senté y comencé a escribir, intentando rescatar, en las huellas de las palabras, algunas ideas que valieran la pena.
Al rato de estar sentado,llegaron dos mujeres, una de poco menos de veinte años, de poco menos de treinta la otra, y se pusieron a caminar alrededor de la laguna. Por la vestimenta y la velocidad del andar, deduje que estaban haciendo una caminata deportiva, pasando una y otra vez al lado mío al dar la vuelta.
Desconozco el motivo que me llevó a frenarlas, contarles muy sintéticamente las razones de mi presencia en ese lugar, yproponerles hacer unas pocas preguntas, pero al ratito estaba comenzando una entrevista espontánea, con la mejor predisposición de parte de mis interlocutoras. Comencé, sin embargo, mal. A la pregunta de si les gustaba leer, el “no” volvió casi automáticamente, de una y otra boca. Seguí indagando acerca del chamamé, la narrativa oral, el pasado tránsito por la escuela, pero las respuestas no seabrían demasiado de lo que había escuchado otras veces.
Hasta qué, siguiendo tal vez algún hilo abierto en la conversación, tanteando quizá al azar, les pregunté si les gustaba la poesía. Se iluminaron, sonrieron, se ruborizaron un poco y respondieron que sí. Que les encantaba.
- Bueno- pensé yo. – Me dicen que no les gusta leer, pero que sí les encanta la poesía. ¿Cómo es esto?
Y poco a poco mefui enterando de que, aunque prácticamente nunca leían un libro, tenían papeles con poemas, a veces revistas, a veces mails, y se los mandaban, entre amigas o amigos, por Internet o por mensaje de texto. En ocasiones especiales, preferentemente sábados a la noche, y con “música romántica”, se juntaban en la casa de una de ellas a leerse, en voz alta, alguno de los que más les gustaba. Alpreguntarles si había algún poeta en particular que les gustase, me fue imposible obtener siquiera un nombre. Evidentemente, no era la autoría un factor que les resultase muy trascendente.
Sorprendido, les agradecí, las dejé continuar con su actividad, y me senté nuevamente a escribir, tratando de hilar, a partir del episodio, algunas ideas.

II.
Lectura no, poesía sí. ¿Cómo seguir esta huella?
Enprincipio, respetando la demarcación hecha por mis interlocutoras. La lectura pertenece a un mundo de actividades, la poesía al otro. ¿Cómo son esos mundos?
Por supuesto, es poco lo que puedo adentrarme en ellos habiendo conversado con ellas sólo alrededor de media hora. Sin embargo, hay algunas pistas a seguir, que van en un camino que se resignifica en el diálogo con otras escenas.
Pensemos...