palanca

WA

“Aunque no lo veamos el sol siempre está”. Así dice una canción. Y es verdad. Cae la nieve, hay temporal de lluvia, el cielo está cubierto de nieve, pero sabemos que el sol permanece ahícon su brillo y su calor.
Algo semejante podemos afirmar de nuestro Dios. Nos ocurren desgracias. Sentimos pena, nos surgen dudas de fe, alguien nos escandaliza. No logramos lo que suplicamos enla oración, el dolor nos acosa, entonces imaginamos que Dios está ausente y distante.
Hasta podemos alegar su existencia en medio de nuestras lágrimas. Y sin embargo, nuestro Dios siempre está.Es como esa leyenda de los Upanishads. Un padre sabio ordenó un día a su hijo:
“Pon toda esa sal en agua y vuelve a verme mañana”
El muchacho hizo lo que le habían ordenado. Al día siguiente ledijo a su padre: “Por favor, tráeme la sal que ayer pusiste en el agua”.
“No la encuentro”. Dijo el muchacho. “Se ha disuelto”.
“Prueba el agua de esta parte del Plato” le dijo el padre” ¿A quesabe?
“A sal”, fue la respuesta del joven
“sorbe ahora de la parte del centro. ¿A que sabe?
“A sal”
“Arroja al suelo el contenido del plato. Así lo hizo el muchacho. Y observó que, una vezevaporada el agua, reaparecería la sal.
Entonces el padre le dijo: “Tú no puedes ver a Dios aquí, hijo mío, pero en verdad aquí está.
Esta conciencia de la presencia de Dios entre nosotros, es unade las originalidades de los cristianos.
Nosotros no tenemos que salir a buscar a Dio en las mañanas de este mundo. Dios está siempre aquí. Dios nos acompaña. Es Él quien ha salido en nuestrabúsqueda. Nos rodea, va delante, está detrás, por encima, por los lados, nos cuida, nos habita.
Se necesita, eso si, tener ojos adiestrados para verlo.
Se requiere una paz interior indispensablepara saber reconocerlo y para sentirlo.
Con toda seguridad, saber que Dios está presente, nos revoluciona la vida. Porque impone la feliz obligación de descubrirlo.

TUS HERMANOS EN CRISTO……...