Pambele lectura
El sol es ahora menos inclemente. Sopla la brisa, ladra el perro dormilón, se espanta la gallina latosa. El ruido es ensordecedor. Desquicia.
Por: ALBERTO SALCEDO RAMOS
Revista SOHO
El sol es ahora menos inclemente. Sopla la brisa, ladra el perro dormilón, se espanta la gallina latosa. El ruido es ensordecedor. Desquicia. Los niños se desordenan cada vez más. Corren,gritan, sacan la lengua. Parecen tener la energía suficiente para saltar durante tres días seguidos. De pronto, uno de ellos se desprende del grupo y se viene para donde yo estoy. Tiene la cara amoratada por el trajín, chorrea sudor. Me cuenta, con la voz entrecortada por la agitación, que se llama Bryan, que tiene ocho años y es hijo de José Luis.
-Oiga, señor, ¿esa grabadora graba lo que unodice?
-Sí, claro.
-Yo quiero grabar algo sobre mi abuelo.
El chico se frena, mira a su padre y a su abuela. Se nota que busca aprobación. Como no ve la señal por ninguna parte, se mordisquea el dedo índice, agacha la cabeza, sonríe apenado.
-¿Qué quieres decir? -insisto.
Pero el muchachito no se pasa de la raya ni un milímetro. Duda otra vez. Sonríe. En ese momento su padre le arroja elsalvavidas.
-¡Ajá, di lo que quieres decir!
Entonces, como impulsado por un resorte, Bryan acerca el rostro a la grabadora, se pone las manos alrededor de la boca en forma de bocina y habla con un tono fuerte.
-¡Mi abuelo a veces se porta bien y a veces se porta mal!
Cuando termina de hablar permanece acurrucado con la vista fija en la grabadora.
-¿Qué hace cuando se porta bien?
De nuevo, arma unabocina con las manos y levanta el tono para responder.
-Cuando se porta bien compra Bom Bom Bun y me da a mí y le da a Brenda.
-¿Y cuando se porta mal?
-Le pega una lluvia de puños a la ropa que está ahí colgada y dice: "¡No jodaaa, yo soy el campeón mundial Kid Pambeléeeee!".
En esta última frase se esforzó por remedar el vozarrón de su abuelo. Además, trató de copiar sus ademanes. Por eso,respondió lanzando puñetazos en el aire, como si él también les estuviera pegando a las camisas tendidas en la cuerda del patio. Después hundió el rostro en el vientre de mamá Carlina y se quedó quieto.
-El problema de mi papá es ese -dice ahora Rubén-. Él no quiere aceptar que ya no es campeón mundial. A nosotros nos han dicho los médicos y varios conocidos de él, que eso es lo que le hace másdaño.
Son muchas las personas que, en efecto, dan fe de ese delirio. Como Orlando García, el gran lanzador del béisbol colombiano. En 1987, los dos ex deportistas coincidieron en la sucursal de Hogares Crea en Barranquilla, con el propósito de curarse de la adicción a las drogas. Desde el principio -cuenta García- el líder del grupo les dejó en claro que allí no serían tratados como celebridadessino como seres enfermos. Por eso les pidió borrar el pasado y empezar de cero. "Usted, por ejemplo", añadió, "aquí no se llama Pambelé sino Antonio. ¡Pambelé fue el boxeador y lo dejamos allá afuera, porque aquí adentro nos importa una mierda! ¡Aquí no queremos nombres sino hombres!".
Al principio, Pambelé se pasaba la norma por la faja. Era displicente si le llamaban Antonio, recitaba cada rato,en voz alta, los pormenores de su gloria; actuaba como lo que siempre ha creído ser: el campeón. Un día los compañeros lo sentaron en el banquillo de los acusados y lo acribillaron en una terapia de confrontación de quince minutos.
-¡Qué vas a ser tú campeón mundial ni qué nada!
-¡Olvídate del tango, que ya Gardel murió!
-¡No creas que eres mejor que nosotros! ¡Recuerda que estás aquí porsoplador!
-¡Hablando basura y permitiste que tu vieja quedara otra vez en la calle!
-¡Tú no eres más que un pobre negro hijueputa, cabezón y maluco!
El periodista Eugenio Baena cuenta que ha sido testigo, por lo menos dos veces, de cómo Pambelé, en momentos de desvarío, confunde el pasado con el presente. "Yo estuve con él en el Madison Square Garden, cuando peleó contra Miguel Montilla. Eso fue...
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