Pamela

La crisis de la economía mexicana que hoy vivimos, es sin duda, producto de las nuevas modalidades que asume el capital financiero para la extracción de recursos monetarios, cuando no hay condicionessostenidas de crecimiento y se derrumban las expectativas, lo que ha dado lugar a movimientos absolutamente especulativos y al retiro masivo de capitales. Para acentuar este problema se ha preparadotoda una legislación que permite la libre movilidad internacional de capitales. Las autoridades gubernamentales, en aras de un posible desarrollo que no ha llegado, han abierto en forma acelerada lasfronteras comerciales y permitido el libre flujo de capitales sin control y sin detenerse en sus implicaciones hasta que la crisis estalló.

La llamada desregulación de la actividad económica es labase sobre la cual descansa toda la supuesta estrategia de desarrollo, su objetivo es atrae el capital foráneo al darle amplias garantías, sin embargo la realidad ha demostrado que el país no puede secapitalizado por esas vías, pues aunque durante un periodo el capital fluya abundantemente hacia México buscando condiciones superiores de rendimiento a otros países, igual se ha ido cuando existenperspectivas no favorables de seguir obteniendo altos rendimientos.

La lección por repetitiva debería ser aprendida por los conductores de la política económica del país, aunque sus intereses hansido más coincidentes con los del capital financiero que con los de la población en general. Según avanza el tiempo y se van descubriendo nuevos elementos que caracterizan la crisis, es posible advertirque no solamente se debe a déficit de la balanza comercial, sino que dicho déficit engloba como manifestación a una gran cantidad de factores que la caracterizan como una crisis estructural y no decorto plazo o transitoria como quieren hacerla aparecer los partidarios gubernamentales del FMI.

La polémica en torno a la responsabilidad de la crisis por la que atraviesa la economía mexicana se...