pan con lo mismo
J. Magdaleno Villegas Baena
A menudo suele escucharse en los espacios de diálogo
entre maestros “¿para qué reunirnos?, si sólo es pérdida
de tiempo, además a mí no me toca venirese día”, o
para viborearnos, porque sucede que siempre el que toma
la palabra es el primero en romper los acuerdos o no
tiene calidad moral para sugerir algún cambio y, si es
una reunión dentroo fuera de la institución, resulta ser
“pan con lo mismo”.
Por otro lado, el carácter burocrático en la organización
institucional de la escuela le otorga mayor importancia
a lo cuantitativo,mientras las cualidades de los
actores educativos quedan en segundo término, la calidad
académica está en lo estadístico, es en donde se
centran las críticas, pero no se llega al convencimiento ypropuesta de estrategias que unifiquen las posibles
soluciones.
Los espacios de reflexión se pierden en la dinámica
de un trabajo marcado por el tiempo curricular y
los datos numéricos que justificana la vista de los demás
el proceso de educar. En medio de todo esto, la colaboración
y la colegialidad se dan esporádicamente
para cumplir con lo protocolario y, en el nivel dirección,
para caeren lo burocrático.
“Pan con lo mismo”, es la frase que adorna las
reuniones de academia que al final, con el acta de com204
promisos y acuerdos, dejan fuera el análisis de los estilos
de trabajo,de cómo enfrentar las problemáticas de
reprobación, deserción y disciplina, entre otros temas,
que permitirían enriquecer la oferta de educativa ante los
alumnos; y son sustituidos por quejas sinpropuestas de
solución, que no ayuda para convertirlas en críticas
constructivas y propositivas que apunten hacia el compromiso
del perfeccionamiento continuo.
“Pan con lo mismo”, puede ser la vozde la impotencia,
pero también la voz del conformismo garantizado
por un salario a partir de una plaza base. Romper con
esto es el gran reto que tiene que colocar como problema
principal el...
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