Pancho

Andrés Chavez Calleros

Cinthia Edith Barriada Canales

Macroeconomia

Alquimista

Resumen primera parte

11- Febrero – 2013
El muchacho se llamaba Santiago; comenzaba aoscurecer cuando llego con un rebaño frente a una vieja iglesia abandonada.
Decidio pasar la noche allí. Hizo que todas las ovejas entrasen por la puerta en ruinas y entones coloco algunas tablas, demanera que no pudieran huir durante la noche.
Cubrió el suelo con su chaqueta y se acostó, recordó antes de dormir, que tenia que comenzar a leer libros más gruesos, ya que construian almohadas másconfortables durante la noche.
Aún estaba oscuro cuando despertó, miro hacia arriba y vió que las estrellas brillaban a través del techo semidestruido.
“Quería dormir un poco más”, pensó. Había tenidoel mismo sueño que la semana pasada y otra vez se habia despertado antes del final, en seguida se levantó y tomó un trago de vino. Despues cogió el cayado y empezó a despertar a las ovejas que aúndormían.
Se había dado cuenta de que, en cuanto él se despertaba, la mayor parte de los animales también lo hacía. Como si hubiera una misteriosa energía uniendo su vida a la de aquellas ovejas quedesde ya dos años recorria con él la tierra, en busca de agua y alimento; y llego a la conclusion de que, ya se habian acostumbrado tanto a el que hasta conocian sus horarios, o que quiza fuese alcontrario el ya se habia acostumbrado al horario de las ovejas.
El muchacho la desperto una por una con su cayado, llamando a cada cual por su nombre, acostumbraba a veces a leerles los encabezados delos libros, que le habían impresionado o hablarles de la soledad y de la alegría de un pastor en el campo o comentarles las últimas novedades que veía en las cuidades por las que acostumbraba pasar.En los ultimos dias su tema principal habia sido solo uno: la hija del comerciante, aquel era dueño de una tienda de tejido y le gustaba ver siempre a las ovejas trasquiladas en su presencia, para...