El interés de los gobiernos de las nuevas naciones para acelerar la producción y poblar amplias extensiones fue uno de los factores que motivó, a mediados del siglo XIX, que se propusieran políticasde colonización y emigración. En ese entonces, se consideraba que la fortaleza de un país se medía por su número de habitantes, que daba poderío y grandeza. Simón Bolívar decía que debía “estimularsela emigración de personas de Europa y de América del Norte con el fin de que vengan a establecerse aportando sus artes y sus ciencias.” Las políticas de colonización impulsadas por los gobiernoslatinoamericanos se basaban en intereses de carácter económico, al considerar que los emigrantes europeos serían portadores de técnicas avanzadas y representantes del progreso capitalista simbolizado, enese momento, por el avance industrial y la red de ferrocarriles. Existía también una exaltación de los valores y virtudes del hombre blanco en detrimento de la población nacional, cuya capacitacióny desplazamiento para colonizar las tierras deshabitadas se consideraba costosa y poco práctica.
Una vez que España dejó de controlar la economía de sus dominios, se abrió laposibilidad de que otras naciones establecieran relaciones comerciales y diplomáticas con los países latinoamericanos. La atracción que ejercían los recursos mineros, los productos tropicales y los productosderivados de la ganadería, hizo que tempranamente se firmaran concesiones de explotación de metales y tratados comerciales con los gobiernos de Inglaterra, Francia, Estados Unidos y más tarde Alemania.Empezaron a proliferar haciendas ganaderas y agrícolas, productoras de azúcar, algodón, café, cacao, añil y pieles, algunas existentes desde el período colonial, pero que en el siglo XIX emplearonpara su explotación nuevas tecnologías que aumentaron su rendimiento y su producción. De esa manera, América Latina comenzó a insertarse en el mercado internacional, estableciendo relaciones de...
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