panorama intelectual en los estudios americanistas
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
Arte en México de 1821 a 1910
El PANORAMA INTELECTUAL EN LOS
ESTUDIOS AMERICANISTAS
Historia del Arte
Otoño 2013
Alberto Carrasco Lara
Introducción:
La Europa decimonónica, como heredera del pensamiento ilustrado y bajo los aires positivistas, voltea a la lejanía del pasado remoto para construir unahistoria lineal. Es en este periodo, en donde la elite intelectual, dedica sus fortunas para buscar las míticas ciudades de Troya, Babilonia o las maravillas de la antigüedad. Dentro de este panorama es en donde el estudio arqueológico e histórico del mundo antiguo se sistematiza y se convierte en científico.
El recientemente México independiente, gozaba de un fértil campo de estudio prácticamentevirgen, ya que tras 300 años de virreinato y colonia, el conocimiento histórico de las culturas naturales quedó velado y desconocido para sus habitantes. Relegando cualquier sabiduría recogida a las bibliotecas eclesiásticas, que a su vez, se mantenían fuera del alcance tanto de nacionales como de extranjeros.
El inicio del periodo colonial con el cambio de corona, de la casa de Habsburgo a laborbónica, cierra todas las puertas a extranjeros, dentro del pensamiento del rey, se debe conocer primero su reino para explotarse adecuadamente. Sin embargo, a toda regla siempre hay una excepción, y tal es el caso de Alexander von Humboldt, quien gozaba de una fama en el ámbito europeo por sus estudios en torno a la antigüedad, es así que en 1803 y 1804 llega a México, donde adquiere numerososobjetos de arte prehispánico y que posteriormente lleva a Berlín. Es así que de sus estudios de códices, y antigüedades adquiridas en México, surgieron en 1806 los primeros debates científicos sobre la cosmovisión de las altas culturas mesoamericanas. Y es gracias a esta puerta que abre Humboldt en donde Eduard Seler entra y desarrolla lo que serían las bases para los estudios americanistas.
Méxicoen ojos de aquí y de allá
El ámbito intelectual, científico y museístico en el México decimonónico podría bien delimitarse en los muros del Museo Nacional. Avecindado primero en la universidad (1822) y posteriormente en el Colegio de Minería (1843), pasó de ser ese “almacén de curiosidades de todo lo inservible”1 sin orden y poco criterio, a ser un “museopatria” (termino de Morales Moreno2).Ya a principios del s. XX sería la “monumentalización” pétrea de la imaginaria continuidad del imperio
Azteca-Estado Moderno que hoy conocemos, pero antes de poder entender como se llegó a esa monumentalidad nacional del s. XX, revisemos cómo se construye la disciplina de la antropología, arqueología y los estudios mesoamericanos durante el s. XIX.
Recordemos que la antropología nace en Europa yEstados Unidos en el siglo XIX como una ciencia que se erige sobre la pretensión autofundada de la razón imperealista, que se consideró a sí misma fin y cima de toda historia e historia universal. Basando su autoridad intelectual en el estudio de las civilizaciones inferiores, primitivas y bajas culturas. La antropología mexicana nace ligada a esas ideas de aquellas primara visión y con la mismapretensión intelectual, pero con la diferencia de que su primera y principal preocupación se dirigió hacia el conocimiento y estudio del propio pasado, conceptualizado como el de un “otro”, con el que se compartía el territorio del país. La apropiación y estudio de este “otro”, así como su valorización y articulación narrativa en una tradición nacional, había sido imposible durante tiempos de lacolonia.3
Esta primera imagen del pasado se forjó como una reivindicación política postindependiente, que se fincó en un inicio en analogía con las narrativas históricas occidentales, pero también como un contra-discurso ante éstas. Es decir, la primera visión de la nueva ciencia y de su quehacer al discurso nacional y de identidad, toma los presupuestos del panorama intelectual del cual surge...
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