Paparazzi {novela}



Prólogo.

¿Quién iba a pensar que me enamoraría de una persona como él? Un chico muy guapo había que admitir, pero era una mala persona, enamorarte te tu secuestrador no es algo común, pero Christian era distinto a todo lo que se escuchaba de los secuestradores.

Te llevan a un lugar mugroso, te tratan mal, no te dan alimentos, te violan y muchas cosas más se dicen de ellos, pero él nohizo nada de eso, era uno de los más peligrosos se decía pero nadie le podía comprobar nada. Era un chico listo, muy listo al decir verdad todos los pasos que daban eran rápidos pero muy bien calculados.

Capitulo Uno.

-Apúrate, mueve ese lindo culo que tienes y entra al maldito carro de una jodida vez –grito, me daba miedo las piernas me temblaban no podía caminar bien, ¿quién podríahacerlo al estar a punto de ser secuestrada?
-Suéltame, me estas lastimando –solloce sus ojos se encontraron con los míos, verdes contra unos bellos ojos color miel, PERO QUE JODIDOS ESTOY DICIENDO.
-No me importa, súbete al carro si no quieres verme realmente enojado-
Las lágrimas recorrían mi rostro, los sollozos eran aún más prolongados, ahora tenía los ojos vendados ¿A dónde me llevaba? ¿Quéquería de mí? –Pero que idiota Julie, el quiere tu dinero- grito mi subconsciente-
-Déjame libre por favor –suplique -Mis padres te darán todo el dinero que quieras, yo no diré nada pero déjame ir. –Sabía que no ganaría nada diciendo eso pero no perdía nada intentándolo.
--Nos vamos entendiendo lindura, pero no te dejare ir, quiero algo más de ti. –dijo sonriendo, claro el muy puto tenía unasonrisa en su rostro ¿Cómo lo sabes si estas vendada? –volvió a gritar mi subconsciente- Pues era claro, el sonido que emitía era el de una sonrisa, pero no una sonrisa linda NINGUN SECUESTRADOR TIENE LINDA SONRISA, quería algo y sabía muy bien que era pero algo tenía claro, no tendría eso de mi.
-No te daré lo que quieres, el dinero si. Eso te lo puedo dar pero no otra cosa –escupí en su rostro ohno, esa fue una mala idea –pensé.

-ESTÚPIDA- gritó, ¿Cómo te atreves a escupirme en la cara? –
No quería decir nada, las lágrimas seguían recorriendo mi rostro y los sollozos no me dejaban hablar, es mejor que no digas nada, calla y así no lo harás enojar. –me dijo mi subconsciente.
-¿Qué no piensas contestarme? –Pregunto irónico- No lo hagas si no quieres pero pronto tendrás que hablar y sino lo quieres hacer por las buenas será por las malas.
Por favor ayúdame Dios, prometo ir a la Iglesia a agradecerte si me libras de está, no quiero que me haga daño. Por favor ayúdame –Rezaba silenciosamente, qué más podía hacer en estos momentos, solo rezar para que ese secuestrador no me hiciera nada malo, no otra vez sufrir por lo mismo.
-Llegamos –dijo para sí mismo, me tomo de los brazosy me arrastro hacía dentro de quien sabe qué lugar. Olía bien a decir verdad pero tenía miedo, mucho miedo.
-Espero te portes bien niñita, no quiero que grites o que me hagas enojar, me estoy portando bien contigo. –Dijo el chico quitándome la venda
Si claro, te estás portando bien conmigo y me tienes hecha un mar de lágrimas y apunto de dejarme amarrada.

-Por favor, no me hagas daño.Déjame ir. –suplique de nuevo las lágrimas recorrían mis mejillas sin cesar.
-Ya te dije, si te portas bien. No te pasara nada.
Calle, ¿Qué más podía hacer? No quería salir lastimada, me coloque en el rincón de aquella fría habitación a seguir suplicando en silencio a Dios para que me ayudara, ¿en donde estaban ahora mis padres? Cuando más los necesitaba, pero claro, para ellos darme unas tarjetas decrédito y todos los lujos del mundo era mejor ah estar al pendiente de mi.

-Preciosa te traje algo de comer –dijo el chico sin nombre, que tenía por secuestrador. Su sonrisa era siniestra no tocaba sus ojos.
-No tengo hambre –Respondí lo más fría posible, oh no….. Esa es una mala idea con él.
“Con que estamos de malas eh?” –se burlo- bueno me importa una mierda si quieres comer o no, estás...