Papelucho Detective

Papelucho le escribe una carta a su mamá donde le relata las aventuras que tuvo con su amigo Chirigüe.
Las cosas pasaron así:
Esta mañana cuando usted salió, yo me fui a la puerta a esperarla y cuando la esperaba pasó el Chirigüe y nos pusimos a conversar. Y resulta que él se había encontrado en la calle una cosita de oro, yo le dije que si la vendía, podría comprar una motoneta, pero él medijo que si la llevaba a vender lo tomaban preso porque iban a pensar que era robada. Me vendió la cosita de oro en 50 pesos y lo eché al bolsillo para regalársela a usted.
Quiero ver tu casa le dije al Chirigüe, no quería al comienzo pero luego accedió y fuimos a verla. Toda la gente se conocía. Y hay que caminar y pasar un zanjón. Cuando íbamos caminando a la casa del Chirigüe, había untremendo boche en la puerta de un rancho y un hombre le pegaba a otro y una mujer gritaba, pero como nadie le hacía caso se calló.
Cuando llegamos a la casa del Chirigüe estaba su tía quién lo llamó y le dio un coscacho en la cabeza y lo insultó. La tía le pregunta ¿Trajiste algo pá l desayuno? El Chirigüe se dio vuelta los bolsillos rotos. La tía le dio otro coscacho y empezó hablar de que notenía ni azúcar ni pan duro. Oye le dije al Chirigüe ¿porqué no vendimos algo mío? Fuimos a otro rancho y negociamos una camisa. Nos dieron veinte pesos y una polera usada. En el almacén compramos pan y dos pirulines le llevamos las cosas a la tía.
Fueron sucediendo muchos acontecimientos en el lugar dónde vive el Chirigüe como por ejemplo hubo un asesinato por parte de un tal hombreapodado el bonito el cual mató a un tal chato después de una gran pelea y a mí me tocó la misión de investigar el suceso, junto con el Chirigüe.
Luego de una distracción de la tía del Chirigüe y aproveché para irme y de repente divisé al bonito, que era el hombre que discutía con el Chato, y fui corriendo donde él. Oiga señor, le dije – sería bueno que usted se escondiera o desapareciera porque elChato se murió y lo van a tomar preso. El bonito me pescó de un brazo y me llevó a un bar, él no me soltaba y luego entró un hombre, un tal Orocimbo y se acercó a la mesa. Vine a avisarte – le dijo ¿Sabes ya? El bonito dijo que sí. Luego salimos los tres del bar y el bonito se fue a la Estación del tren para esconderse en algún lugar. Y el Orocimbo nos tuvo prisionero a el Chirigüe y a míhasta el otro día. – Nos dijo – Nadie les hará nada si no tratan de escapar dijo el hombre. La señora de Orocimbo le echó la llave a la puerta y se la guardó en el bolsillo. Mientras dormían Orocimbo y su señora. El Chirigüe dijo que teníamos que irnos de aquí. Salpicó unas gotas de parafina, después mojaba papeles y los repartía por todo el cuarto. El Chirigüe sacó fósforos y prendió lospapeles y parafina por todos lados. ¡Incendio! Gritó el Chirigüe y don Orocimbo se despertó como loco, abrió la puerta para que saliera el humo y junto con el humo salimos el Chirigüe y yo. Después fui hablar con la señora del Chato y le pregunté si conocía este zapato que había encontrado en el basural y se largó a llorar y a sollozar con hipos y gritos y llegaron sus amigos y me acordé que queríairme a mi casa y justo me pescaron 2 tipos, me llevaron a un rancho y me amarraron a la fuerza y me dejaron encerrado. Traté de abrirla y golpeé y apuñeteé las tablas sin conseguir nada, el rancho estaba oscuro sentí un crujido en el fondo del rancho me acerqué al montón de trapos y escarbé entre ellos y descubrí una guagua. Lloraba a grito pelado y le presté mi dedo. Descubrí de repente quela puerta era fácil de abrir tenía una chapita de palo. Salí afuera y no había nadie cerca. Eché a correr, quise dejar la guagua en el suelo, pero se ponía a llorar. Cuando me subí a la micro, me acordé de la famosa guagua. Lo mejor era devolverla. Había que arriesgarse y volver con ella a su casa. Parecía todo tranquilo en la población, así que me fui caminando al rancho de la guagua,...