Para Salvarte
98.-EL QUE PECA MORTALMENTE Y MUERE SIN ARREPENTIRSE DE SUS PECADOS MORTALES SE VA AL INFIERNO.
98,1. «Vive siempre como quien ha de morir», pues es certísimo que, antes o después, todos moriremos.
En la puerta de entrada al cementerio de El Puerto de Santa María se lee: Hodie mihi, cras tibi que significa: «Hoy me ha tocado a mí, mañana te tocará a ti». Esto esevidente.
Aunque no sabemos cómo, ni cuándo, ni dónde; pero quien se equivoca en este trance no podrá rectificar en toda la eternidad.
Por eso tiene tanta importancia el morir en gracia de Dios.
Y como la vida, así será la muerte: vida mala, muerte mala; vida buena, muerte buena.
Aunque a veces se dan conversiones a última hora, éstas son pocas; y no siempre ofrecen garantías.
Lonormal es que cada cual muera conforme ha vivido.
Aunque es posible que a última hora Dios ilumine al alma de un modo especial en orden a su salvación eterna, quien se apoyara en esta esperanza «para seguir quebrantando tranquilamente los mandamientos de Dios cometería una temeridad indecible y se expondría, casi con toda seguridad, a la condenación eterna»[1] .
Es impresionante lamuerte de Voltaire (Francisco Mª Arouet).
Murió la noche del 30 al 31 de mayo de 1778, a los ochenta y cuatro años de edad.
Fue un hombre impío y blasfemo.
«Vinculado a la masonería, tenía por lema: “Destruid a la Infame”, es decir, a la Iglesia. Dijo: “Jesucristo necesitó doce apóstoles para propagar el cristianismo. Yo voy a demostrar que basta uno sólo para destruirlo”»[2].
Perose fue a la tumba sin conseguirlo.
En la hora de la muerte pidió un sacerdote, pero sus amigos se lo impidieron.
Murió con horribles manifestaciones de desesperación, bebiéndose sus propios excrementos, como cuenta la marquesa de Villete, en cuya casa murió[3] .
Es frecuente que ateos y anticlericales pidan un sacerdote en la hora de la muerte.
Azaña, que siendo Presidente dela República Española, tanto persiguió a la Iglesia, antes de morir se confesó con el obispo de Montauban, en Francia, Mons. Theas, quien afirmó que confesó y dio la extremaunción, que recibió con plena lucidez, y por petición suya, a Manuel Azaña en el Hotel du Midi, de Montauban, donde murió diciendo: «Dios mío, misericordia»[4].
François Mitterrant, Presidente de Francia, encarnizadoanticlerical, agnóstico puro y duro, quiso morir con los sacramentos de la Iglesia[5].
También Picaso, que vivió tantos años apartado de la Iglesia, quiso morir en el seno de la Iglesia Católica. Así lo afirma su biógrafo Juan Maldonado en su obra Picaso, único[6].
«Con la muerte termina para el hombre el estado de viajero, y se llega al término que permanecerá inmutable por toda laeternidad.
»Más allá de la muerte no hay posibilidad de cambiar el destino que el hombre mereció al morir.
»Después de la muerte nadie puede merecer o desmerecer.
»Ha terminado para el alma el estado de vía y ha entrado para siempre en el estado de término»[7] .
Hay personas que se acomodan en esta vida como si ésta fuera para siempre y definitiva.
Esto es una equivocación.Debemos vivir en esta vida orientados a la otra, a la eterna, que es realmente la definitiva.
Por lo tanto debemos aprovechar esta vida lo más posible para hacer el bien.
En la muerte se separa el alma del cuerpo[8].
El cuerpo va a la sepultura y allí se convierte en polvo.
El alma, en cambio, constitutivo esencial de la persona, sigue viviendo.
En el mismo instante de lamuerte Dios nos juzga[9].
A la muerte sigue inmediatamente el juicio particular[10] .
Dice la Biblia: «Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después haya un juicio»[11].
«El Nuevo Testamento habla de la retribución inmediata después de la muerte de cada uno»[12] .
Es dogma de fe[13] que inmediatamente después de la muerte los que mueren en pecado mortal actual se...
Regístrate para leer el documento completo.