parabolas del rechazo
Evangelio de San Mateo
Israel rechaza definitivamente a Jesús (21,1-28,20)
Autor: Camilo Valverde Mudarra
La tercera parte del evangelio es relato de la pasión y resurrección de Jesús. Jesús en Jerusalén, donde va a consumarse el rechazo de su pueblo, se acentúa la tensión entre Jesús y sus adversarios y donde tendrá lugar el misterio de su pascua.
21,1-11 Entrada en Jerusalén.La entrada mesiánica de Cristo se narra por los cuatro evangelistas. Llegada esta su hora, consciente de la situación se dirige triunfalmente a la cruzy a la resurrección. Cristo, con sus discípulos, sube a Jerusalén.
El relato de San Mateo comienza situando la escena con gran precisión geográfica, Jesús comienza su manifestación con tres gestos simbólicos: la entrada en Jerusalén, lapurificación del templo y la maldición de la higuera. A través de ellos se presenta como Mesías y pone de manifiesto la purificación y la conversión que necesita Israel. Esta pretensión de Jesús es claramente percibida por la aristocracia sacerdotal (los jefes de los sacerdotes), que reacciona cuestionando la autoridad de Jesús para presentarse como tal (Mt 21,23).
Las gestiones que propician laentrada en Jerusalén ocupan la mayor parte del relato (Mt 21,16-7). Para explicar su sentido, Mateo añade una cita del profeta Zacarías (Zac 9,9), introducido con unas palabras de Is 62,11: decid a la hija de Sión, que interpretan la entrada de Jesús en Jerusalén como un anuncio dirigido a la ciudad. La referencia a Zac 9,9 muestra que la humildad y sencillez con que Jesús entró en Jerusalén es,en realidad, una manifestación de su condición de Mesías-Rey. Al mismo tiempo, el gesto humilde de Jesús revela que su mesianismo no seguirá los esquemas del poder y la gloria.
El hecho mismo de la entrada es también una manifestación mesiánica. El ceremonial que la acompaña recuerda el de la fiesta de las tiendas, en la que se hacía más viva entre los judíos la espera del Mesías. Este caráctermesiánico es evidente también en la aclamación de la gente con una palabra de bienvenida tomada del Sal 118, que los primeros cristianos aplicaron al Mesías
21,12-17 Entrada en el templo. Esta narración puede sorprender, no corresponde con la idea que hoy tenemos acuñada de lo que es un templo: banqueros que cambian dinero, vendedores de palomas, ciegos y cojos que vienen en masa, niños quegritan, sacerdotes y maestros que entablan una polémica...
Este cúmulo de cosas suceden fácilmente, en aquel momento, en el templo de Jerusalén, que era muy diferente a nuestros templos. El templo era un complejo religioso con numerosas dependencias: un pórtico que rodeaba la amplia explanada sobre la que se asentaba, el edificio donde se reunía el Consejo de Ancianos, piscinas adyacentes donde selavaban los animales para el sacrificio, despachos para cambiar el dinero, pues allí no se podía comprar con ninguna moneda que tuviese grabada una imagen; tiendas para comprar animales que ofrecer, y finalmente el santuario, que constaba de tres atrios concéntricos, en cuyo centro se encontraba el Santo de los Santos o lugar santísimo.
El templo de Jerusalén era el centro del judaísmo. Tenía granimportancia religiosa, pues se ofrecían los sacrificios y hacia él confluían las peregrinaciones con motivo de las grandes fiestas.
Añádese a ello, que tenía también gran relevancia política, porque en él se reunía el Consejo de Ancianos, un órgano con poderes legislativos y ejecutivos, que era el último reducto de la independencia jurídico-política de los judíos. Finalmente, eltemplo tenía una importante función económica, pues en él se almacenaban enormes riquezas, e incluso acuñaba su propia moneda.
Entenderemos el alcance del gesto de Jesús si lo situamos en este escenario. Para mostrar el estado en que se encuentra Israel, se dirige a la institución central del judaísmo y allí pone de manifiesto la degradación a que había llegado esta institución: la casa de oración...
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