paradigmas del trabajo
De ello da cuenta la fuerza de trabajo femenina que se incorporó al mundo del trabajo en AméricaLatina, que se adhirió a la producción de valores, al proceso de valorización del capital. Con respecto a esto, las cifras son elocuentes, pues mientras en 1970 había 35.8 millones de mujeres en losmercados laborales de nuestra región —ya significativas por su capacidad como productoras de valor—, en el año 2000 ellas eran 75.3 millones de trabajadoras; cuyos mercados más grandes se encuentran enBrasil y México, con 26.1 millones y 13.3 millones de trabajadoras respectivamente. Casualmente son dos de los países de nuestra región hacia donde, en las dos últimas décadas, se canalizaron losmayores montos de Inversión Extranjera Directa (IED), la cual se ha asentado en las ramas más importantes y dinámicas de la economía, en las que la participación de la fuerza laboral femenina esconsiderable: telecomunicaciones, servicios bancarios y financieros, así como en otros servicios como en software y medios de comunicación.
Lo anterior demuestra que el capital no puede anular el trabajovivo en el proceso de producción, por más paradigmas que se invente; más allá de eso, Adrián Sotelo argumenta que lo que se ha dado en llamar “nuevos paradigmas del trabajo”, no son más que mecanismos,mediante los cuales se extrae mayor cantidad de valor y plusvalor de los trabajadores, ya se encuentren en la economía formal, ya sea en la informal o en la economía del conocimiento, de cualquiermanera articuladas e identificadas por la precariedad. Son paradigmas que pugnan, en nuestros países, por la rebaja de derechos de los trabajadores, expresada en la reforma de las leyes laborales....
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