Parafilias
(Women’s History and feminist thinking: a plural history for discussion)
Ramos Palomo, Ma Dolores Univ. de Málaga. Fac. de Filosofía y Letras. Dpto. de Historia Moderna y Contemporánea. 29071 Málaga
Recep.: 30.12.04 BIBLID [1136-6834 (2006), 35; 515-526] Acep.: 28.10.05
La historia de las mujeres ha roto numerosasfronteras epistemológicas, disciplinarias y geográficas. El hilo conductor del artículo plantea el debate que opone la influencia de la historia anglosajona dominante frente a la existencia de unas historias nacionales que postulan su diferencia.
Palabras Clave: Historia de las mujeres. Feminismos. Historiografía.
Muga epistemologiko, diziplinazko eta geografiko ugari hautsi ditu emakumeenhistoriak. Nagusi den anglosaxoniar historiaren eragina eta beren desberdintasuna aldarrikatzen duten historia nazionalal aurrez aurre jartzen dituen eztabaida planteatzen du artikulu honen ardatz nagusiak.
Giltza-Hitzak: Emakumeen historia. Feminismoak. Historiografia.
L’histoire des femmes a brisé de nombreuses frontières épistémologiques, disciplinaires et géographiques. Le fil conducteur del’article expose le débat qui oppose l’influence de l’histoire anglo-saxonne dominante face à l’existence d’histoires nationales qui réclament leur différence.
Mots Clés: Histoire des femmes. Féminismes. Historiographie.
Vasconia. 35, 2006, 515-526 515Ramos, Ma D.: Historia de las mujeres y pensamiento feminista: una historia plural a debate
1. PUNTOS DE PARTIDA
Uno de los objetivos de la Historia enlas últimas décadas del siglo XX ha sido revisar el clásico esquema de conocimiento que explicaba el progreso en términos lineales y universales, hecho que, como es sabido, ha suscitado diversas reacciones. Desde una “crisis de confianza” en la disciplina moti- vada por la reducción de los registros históricos a meras construcciones del lenguaje1, a la necesidad de reconstruir el pasado utilizandounos paráme- tros que reubiquen, en términos socioeconómicos, políticos y culturales, las experiencias de los grupos sociales que tradicionalmente han estado aleja- dos de las esferas de poder, entre ellos las mujeres2.
Recordemos que la Historia se institucionalizó a la par que surgían los nuevos Estados de Alemania e Italia y que la enseñanza de la misma en escuelas y universidades cumplió,ante todo, una función de integración social. En tales circunstancias el tipo de historia que los gobiernos estaban dispuestos a financiar era, lógicamente, la historia del Estado3. Muy pronto la nueva disciplina necesitó unos instrumentos de socialización específicos: departamentos, cátedras, congresos, boletines y revistas, que actuaron a modo de pilares, columnas, bóvedas, frontones y arqueríasen la consoli- dación del nuevo edificio del conocimiento. Para desplegar esta actividad se necesitaron “arquitectos”, “aparejadores”, “maestros de obras” y “alba- ñiles” (profesores, investigadores, aprendices-alumnos), en una palabra, expertos, que al especializarse y diversificar sus conocimientos dieron lugar a la formación de tradiciones y escuelas. Naturalmente, esto sucedió mucho antes que“el oficio” comenzara a feminizarse e incluyera en sus ritos de ini- ciación a profesoras, investigadoras y alumnas, mucho antes que la discipli- na prestara atención al colectivo femenino como objeto de estudio y surgiera la Historia de las mujeres4.
1. Mercedes Vilanova sostiene que no es fácil vincular ciencia y conocimiento, sobre todo en el caso de la historia, que no se suele relacionar con laconfianza. No obstante, añade, “ambas son indisociables y dependen de “lo por venir”, hasta el punto de que cuando perdemos la intui- ción del futuro vivir resulta insoportable, confiar deviene un absurdo e historiar no tiene sentido. Ver VILANOVA, Mercedes: “La confianza en la Historia”, Historia, Antropología y Fuentes Orales no 25, 2001, pp. 7-16.
2. Se ha comentado que es necesario...
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