Paramilitarismo Y Palma En El Catatumbo
Viaje a la frontera con Venezuela
Por: Alfredo Molano Bravo / Especial para El Espectador
http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articulo-330074-paramilitarismo-y-palma-el-catatumbo/04/03/12
El escritor y sociólogo recorrió esa región de Norte de Santander para desenterrar el rastro de la violencia y revelar el costo de las llamadas alianzasproductivas.
El paramilitarismo en el Catatumbo hace parte de una estrategia originada en el Magdalena Medio. / David Campuzano
I. Recordando a Luis Carlos Restrepo
El 5 de diciembre de 2004, Nicolás, al ver un helicóptero verde del que descendieron dos generales, por mera precaución —“porque uno ya no sabía quién era quién”— se tapó en una rastrojera. Los militares miraron, midieron, y cuandose iban a ir, otro campesino corrió a ver qué era el revuelo. Vamos a hacer un campamento para la desmovilización, le dijeron los oficiales. Una palabra que la gente sólo entendió cuando llegaron los primeros paramilitares. Los militares ya habían preparado el campo, incluida la instalación de unos baños traídos por Luis Carlos Restrepo, alto comisionado. Al día siguiente llegaron másparamilitares: 700 encabezados por Mauro; luego el propio Mancuso con otros tantos. El 10 de diciembre aterrizaron los generales, los obispos, los periodistas, los altos funcionarios y, claro, los fotógrafos. Mancuso entregó una pistola Beretta 9 mm. Se desmovilizaron 1.434 y entregaron 1.115 armas.
Nicolás es un campesino de Ragonvalia que llegó a La Gabarra a raspar coca en 1995. Ahorró unos pesos y secasó. Cuando llegó el primer hijo trabajó en la hacienda Brisas del Sardinata. Por esos días, la guerrilla había atacado el cuartel de Policía un par de veces y el Ejército pasaba de tarde en tarde. Las Farc eran la ley; los comandantes, jueces y alcaldes. Extorsionaban, cobraban impuestos a cocaleros, raspachines y traquetos, aunque en Campo Dos la coca era cultivada en pequeña escala. La guerrillatenía instalado un retén para controlar el paso de pasajeros y mercancía.
Cuando llegaron los paramilitares y la guerrilla huyó —recuerda— reunieron al pueblo e informaron que, desde ahora, mandaban ellos. Nicolás cuenta: “A las 5 de la mañana golpearon en mi casa. Me pusieron un fusil en la cabeza: ‘Usted se muere hoy, hijueputa, rece y llore’”. Duré 24 horas amarrado esperando los tiros. No memataron, pero tocó servirles: habían llegado cien unidades de La Gabarra. Algunos guerrilleros se volvieron informantes. Para afianzar su autoridad, mataron a un colaborador de la guerrilla, arrastrándolo por el pueblo hasta que dejó de moverse. Estaban acostumbrados a la sangre, venían de hacer la masacre de La Gabarra. Instalaron un retén en el mismo lugar donde funcionaba el de la guerrilla.II. El baño de sangre
El paramilitarismo en el Catatumbo hace parte de una estrategia que tiene su origen en el Magdalena Medio, en Aguachica y San Martín, Cesar. Después del Paro del Nororiente, la guerrilla tenía mucha fuerza. La bonanza algodonera había hecho crisis, los recolectores quedaron desempleados, el comercio se desplomó y los cultivos de marihuana y coca se regaron. Ganaderos ycomerciantes eran secuestrados; la guerrilla reclutaba jóvenes sin trabajo. La situación se hizo insostenible para los empresarios. Con apoyo de la Policía aparecieron Los Masetos, dirigidos por los hermanos Prada. Se aliaron con Carlos Castaño, Mancuso y Jorge 40 para invadir el Catatumbo, rico en coca, petróleo y contrabando. En la conformación de este bloque jugaron un destacado papel el mayor delEjército Jorge Alberto Lázaro Vergel, comandante de Aguachica, y un teniente del batallón Santander, de Ocaña. De una finca cerca de Aguachica salieron, con la protección del Ejército y de la Policía, en 7 camiones, 280 hombres armados hacia el Tarra, Tibú y La Gabarra.
Fue la época en que monseñor José de Jesús Quintero Díaz, obispo de la diócesis, había sido secuestrado por el Epl. Los...
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