paramilitarismo
Pero la expansión de esta economía no estaba exenta de atropellosa los colonos, y las condiciones laborales eran deplorables: jornadas de trabajo sin fin, empleados sin contrato ni prestaciones; una vida en barracas donde la violencia se volvió cotidiana, la palabra sindicato estaba proscrita y solo se permitían los sindicatos controlados por los empresarios.
A finales de los años 70 las guerrillas de la región pusieron sus ojos en el proletariado bananero.Tanto las Farc, como el recién nacido Epl, nacido de una disidencia del Partido Comunista, tenían presencia en la región campesina de Urabá. Uno de los dirigentes del Frente V, comandado por el legendario líder marquetaliano Efraín Guzmán, el joven paisa Bernardo Gutiérrez, abandonó las filas de las Farc y se vinculó al recién nacido EPL, lo que le dejaría no pocas rencillas entre sus viejoscamaradas. En el EPL se encontraría con otro joven de Medellín, Mario Agudelo, quien venía designado como jefe del Pc-ml y cuya tarea asignada era de la mayor importancia: organizar a la clase obrera de Urabá.
La tarea fue cumplida con creces. En cuestión de pocos años los miembros del Pc ml, con el apoyo del EPL, había logrado que el sindicato de su influencia, Sintagro, pasara de tener 200afiliados a 8000 afiliados, en un proceso que se ha llamado con razón, de “sindicalismo armado”.
Eran los principios de los años 80 y los diálogos de paz entre las guerrillas y el gobierno de Belisario Betancur también significaron un enorme crecimiento para el EPL que pasó de tener 80 combatientes a 400 en dos frentes guerrilleros. La influencia del Pc-ml se había disparado en el llamado ejebananero: Apartadó, Turbo y Chigorodó. En medio de la tregua, y con la llegada de la UP, los lazos entre las Farc y el EPL se estrecharon como nunca, y en el terreno político, se vivieron alianzas fervorosas.
Una de ellas fue la del sindicalismo. Sintagro y Sintrabanano (de influencia del Partido Comunista) se integraron en Sintrainagro y crearon una inmensa organización de 20.000 trabajadores quedaría batallas inéditas por las condiciones laborales de la región. La primera de ellas un pliego único de negociación para 200 fincas bananeras que significó un cambio completo en la vida de los explotados trabajadores. En aquella primera batalla, un joven abogado, también de origen sindicalista y militante del Pc ml, haría las veces de asesor jurídico de los trabajadores: Gerardo Vega. Susinterlocutores en la junta directiva del sindicato serían sus copartidarios Guillermo Rivera y Alirio Guevara, quien era un campesino que había sido traslado por su partido desde Catatumbo hasta Urabá.
Pero en Urabá no todo era lucha sindical. Un EPL fortalecido como nunca tenía en jaque a muchos empresarios bananeros. Mataban a los administradores que no pagaban extorsión, secuestraban y quemabanlas fincas. La respuesta de las élites no se hizo esperar. En la Urabá de los años 80 ocurrieron las primeras y peores masacres de las que tuvo noticia el país por parte de los paramilitares, especialmente contra trabajadores de las fincas bananeras: Honduras y la Negra, por las que está condenado Hernán Giraldo, son apenas un ejemplo de ello.
Pero si en la zona bananera estaba bajo control de...
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