paramulo de un reloj
La pregunta está en vías de encontrar respuesta mediante el estudio de animales quimérios
....infinitas sedes de tiempos, unared Creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. [...] No existimos en la mayoría de estos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, losdos.
JORGE LUIS BORGES
El jardín de los senderos que se bifurcan
Todos tenemos un reloj biológico. O tal vez varios. Pero con uno basta, en todo caso, para entender por qué en ciertosmomentos estamos despiertos y en otros no; por qué se tiene ganas de comer cuando se aproxima el mediodía; por qué cantan los gallos a ciertas horas, o por qué -como lo supone la sabiduría popular- adeterminada edad se siente la orden casate ya, o quedarás solterón.
Los fenómenos anteriores ponen de manifiesto la existencia de ritmos biológicas, los que están relacionados con unas periodicidadesdenominadas ciclos circadianos, porque duran casi un día -o cerca de veinticuatro horas- ("Los ritmos biológicos", CIENCIA HOY, 1:11-19, 1989, y "La desincronización de los relojes biológicos", CIENCIAHOY, 16:6-10, 1991). Podrían deberse a factores psicológicos, pues nuestra vida está organizada ante todo por la sucesión del día y la noche y, en menor medida, por el seguirse de las estaciones.Quizá sean el resultado de antiguas creencias religiosas, dado que en todos los textos sagrados se destaca la vinculación del día y la noche con los comportamientos divino y humano. Podríamos, incluso,haber tomado conciencia de ellos por razones económicas, debido a las repercusiones prácticas que tiene un fenómeno diario, por contraste con uno anual, para no mencionar que es menos costoso estudiarel primero que el segundo. Sea esto como fuere, lo cierto es que sólo en los últimos años se ha comenzado a comprender, por lo menos en parte, el proceso biológico que hace funcionar a estos ritmos....
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