Paranoicosacosados

Lo confieso, me da miedo volar. Y cada vez más, no lo puedo evitar. No confío en las estadísticas, ni en los aviones, ni en las compañías, ni en los… ¿Tiene usted idea de cuántos aviones hay ahoramismo volando en el mundo? Decenas de miles. Y no me creo que todos ellos, con esos sistemas tan sofisticados, estén siempre verificados y asegurados. Hay tantos que no da tiempo revisarlos todos cadavez que despegan. Y qué me dicen de los controles en los aeropuertos, cada vez más invasivos, más intimidatorios. Es como para ponerse paranoico. Y, por si fuera poco, ahora los controladoresdescontrolados. Antes trabajaban mucho, por las extras claro, y no descansaban, ¿cómo iban a controlar? Ahora trabajan menos, por obligación, pero se sienten amenazados, quemados, ¿cómo van a controlar? Luego,mi miedo a volar es lógico, ¿no creen? Y qué me dice de los modernos sistemas de localización, o el GPS, o las cámaras que vigilan las grandes ciudades, o los satélites que fotografían el mundoentero al milímetro. Uno no se siente seguro, más bien se siente vigilado, controlado, intimidado. No me extraña que algunos acaben paranoicos. Hablo de desconfianza, de suspicacia, de recelo, del estadode ánimo más extendido en los seres humanos posmodernos. No hay más que echar un vistazo alrededor: controladores actuando como psicópatas descontrolados, naciones en estado de alarma en crisis,cotillas profesionales ejerciendo de Wiki-espías, políticos corruptos que piden que confiemos en ellos, banqueros usureros que esconden la pasta y se niegan a dar créditos, empresarios que no contratan porsi acaso, economistas desorientados en sus jergas incomprensibles, amenazas atómicas en manos de fanáticos, deportistas campeones de ralla fija, Internet es una pantallofrenia colectiva alucinante, yde la tele para qué hablar: "Enciende la "tele", te mantendremos asustado". dicen que detrás de todo eso hay alguien que mueve los hilos, pero, ¿quién es ese alguien? Nadie lo sabe. Lo dicho, hay...