Pardal
Una organización mundial denunció que creció seis veces en nuestro país
Anoche, un niño de siete años ayuda a su tío, de 14, a juntarcartones y papeles a pocos metros de la esquina de Esmeralda y Corrientes. Foto: Rodrigo Néspolo
A Gonzalo poco le importan las estadísticas. Aunque hablen de él. Sólo le interesa que le compren lasflores que vende en la esquina de Vicente López y Junín, en Recoleta. Aunque no le preocupen las cifras ni si son oficiales, ayer se recordó el Día Internacional por la Erradicación del TrabajoInfantil y Gonzalo es uno del 1.500.000 chicos que trabajan en nuestro país.
Esa es la alarmante cifra estimada por la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti), delMinisterio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Pero no es una cifra nueva. La carencia de números actualizados hace que, en este tema como en tantos otros vinculados con los menores, no pueda medirse lamagnitud de la situación.
La organización mundial Save the Children denunció ayer que el trabajo infantil creció seis veces en nuestro país en los últimos siete años.
"A partir de la crisis de 2001la cantidad de chicos que en la ciudad trabajan en la calle aumentó de 1600 a 4000 y, según un relevamiento del gobierno porteño realizado sobre 300 casos, el 53% de ellos consume drogas", afirmó elvicepresidente de Compromiso para el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta.
El trabajo infantil no sólo atenta contra la educación: también limita el acceso al juego y perjudica la salud. Desde elcirujeo hasta la explotación sexual, pasando por la mendicidad, el "cartoneo" o el malabarismo callejero, el futuro de muchos de estos chicos está seriamente hipotecado.
La pobreza es la principalgeneradora del trabajo infantil, pero no la única. También influyen la desocupación adulta, el trabajo en negro, la demanda de prostitución o pornografía infantil y factores culturales que tienden a...
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